Lima/dpa
La principal líder de la oposición en el Perú, Keiko Fujimori, pasó su primera noche detenida por presunto lavado de activos en la Prefectura de Lima, donde recibió la visita de parlamentarios de su partido Fuerza Popular (FP), informó hoy la radio RPP.
«Keiko está tranquila, conoce que no existe fundamento para ordenar este encarcelamiento. También está agradecida por las muestras de cariño de la gente que ha venido. Le ha llegado el mensaje de que no está sola», declaró el parlamentario Miguel Torres en la radio RPP.
Torres y dos colegas visitaron a Fujimori, detenida en forma provisional por diez días, por más de una hora. Durante la noche llegaron al exterior de la Prefectura, en el centro de Lima, simpatizantes de FP para apoyar a la dirigente.
Fujimori, de 43 años, es investigada por la Fiscalía bajo la figura de crimen organizado por supuestamente montar «un esquema para delinquir» y «lavar» dinero ilícito para su campaña presidencial de 2011.
En la víspera, el juez Richard Concepción Carhuancho ordenó, por pedido de la Fiscalía, la detención de la hija del ex presidente Alberto Fujimori junto con otros 19 allegados al partido.
Las pesquisas apuntan a que Fujimori financió parte de la millonaria campaña con aportes de la constructora brasileña Odebrecht, cuyos ex directivos declararon en 2017 haber entregado 1,2 millones de dólares para la postulación en 2011.
La detención de la líder opositora se da en momentos en que se impulsa una limpieza de la corrupción en el Poder Judicial. En julio, la prensa reveló mediante audios de espionaje cómo jueces y fiscales negociaban fallos para criminales a cambio de favores.
Según las cintas, uno de los líderes de esa red, el ahora ex juez supremo César Hinostroza, aparentemente tenía nexos con miembros de FP. En una conversación, él y un interlocutor coordinaban una cita con la «Señora K» de «la fuerza número uno», elementos que, según indicios, apuntan hacia la polémica líder.
Fujimori, que en sus dos postulaciones a la presidencia (2011 y 2016) perdió en segunda vuelta, asegura que la detención es «una persecución política», pero que no dejará de luchar para concretar su sueño de gobernar el Perú.