POR TASSANEE VEJPONGSA Y STEPHEN WRIGHT/AP
Palu, indonesia
Un equipo de rescate francés informó que ha detectado a una persona que se cree sigue viva bajo los escombros de un hotel en el centro de la isla indonesia de Célebes, casi una semana después de haber sido golpeada por un poderoso terremoto y un tsunami.
Philip Besson, miembro de la organización francesa Pompiers de l’urgence, dijo que los sensores de alta tecnología del equipo «detectaron la presencia de una víctima» en los escombros del Hotel Mercure de Palu, pero no pudo decir si la persona está consciente.
Dijo que solo tenían un taladro de mano que no era lo suficientemente fuerte para llegar a la víctima, que estaba atrapada bajo un hormigón grueso, por lo que tuvieron que suspender la excavación al caer la noche. Besson expresó que el mañana temprano traerán equipo pesado para tratar de rescatar a la persona.
Los trabajos de rescate desde el terremoto de ayer viernes pasado, en el que murieron más de 1 mil 400 personas, se han visto muy obstaculizados por la escasez de equipo pesado.
Por otro lado, un funcionario de una agencia de desastres indicó que el cadáver de un surcoreano estaba entre los ocho muertos que fueron sacados hoy de los escombros de otro hotel, el Roa Roa, que se derrumbó de lado en un montón de cemento y acero.
Mientras continuaba la búsqueda de víctimas, los trabajadores humanitarios se apresuraron a conseguir refugios, alimentos, medicinas y otros suministros muy necesarios para los supervivientes.
La vida se ha paralizado para los miles de personas que viven bajo carpas y en albergues en la ciudad indonesia de Palu, arrasada por el sismo y el tsunami. No saben cuándo podrán comenzar la reconstrucción y pasan varias horas al día intentando lograr, a menudo sin éxito, cubrir necesidades como encontrar combustible para los generadores.
Los residentes cuyas viviendas quedaron destruidas tenían poco más que incertidumbre, siete días después de la tragedia, pero también albergaban la esperanza de que llegue más ayuda por aire, tanto a Palu como al distrito de Donggala, en la isla de Célebes.
Algunos vecinos excavaban en apestosos montones de comida empapada y escombros, buscando en un almacén dañado por el tsunami cualquier cosa que pudiesen aprovechar: latas de leche condensada, refrescos, arroz, dulces y analgésicos. Otros se llevaron con planchas de metal, madera, tuberías y otros materiales para levantar alojamientos temporales.
Las autoridades reforzarán la seguridad en las zonas afectadas por el desastre para garantizar el orden público luego de la detención de 92 personas por sustraer artículos como aceite de motor, neumáticos o equipos agrícolas, explicó el vocero de la policía nacional, el general de brigada Dedi Prasetyo.