Por Pablo Sanguinetti/dpa
Barcelona/Madrid
El primer aniversario del referéndum ilegal independentista en Cataluña que el 1 de octubre de 2017 abrió una grave crisis institucional en España quedó hoy marcado por numerosas acciones de protesta y cortes de calles respaldadas por el Gobierno secesionista en la región.
Los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR), grupos soberanistas radicales que piden implementar una «república catalana», ocuparon las vías del tren de alta velocidad AVE en la ciudad de Gerona y cortaron el servicio unas tres horas, lo que dejó varados a cientos de viajeros.
Los activistas interrumpieron también el tráfico en calles céntricas de Barcelona y en al menos dos carreteras de la región. En el incidente más tenso, otro grupo de CDR ingresó por la fuerza en la sede del Gobierno en Gerona y retiró la bandera española del edificio para reemplazarla por una bandera independentista de Cataluña.
Decenas de personas con antorchas se concentraron ya la noche del domingo al lunes ante la comisaría de la Policía Nacional y el cuartel de la Guardia Civil española en la localidad de Reus gritando «Fuera las fuerzas de ocupación». Por la tarde está prevista una manifestación soberanista en el centro de Barcelona, por donde marcharon ya miles de estudiantes en defensa de la independencia.
El inusual aval de un jefe de Gobierno a acciones callejeras de desobediencia indignó al antiindependentismo. «¿Qué más tiene que pasar? ¿No merecemos un Gobierno que nos defienda, que defienda los derechos y libertades en todos los lugares de España?», se preguntó Albert Rivera, líder del partido liberal Ciudadanos.
El guiño de Torra tampoco logró seducir a los CDR y al independentismo más radical, que pide su renuncia por no materializar la secesión y por haber permitido el sábado que la policía catalana interviniera contra separatistas que intentaban «reventar» una manifestación de las fuerzas de seguridad españolas.