Por Rod McGUIRK
CANBERRA, Australia
Agencia (AP)

El presidente de la Australian Broadcasting Corp. renunció hoy en medio de acusaciones de que presionó a la televisora nacional independiente para que despidiera a dos periodistas políticos porque le molestaban al gobierno conservador.

El escándalo ha dañado la credibilidad de la coalición de gobierno y la televisora ABC, que es financiada por el gobierno pero está obligada por la ley a operar independientemente de políticas partidistas. La ABC es la fuente de noticias más confiada para muchos australianos.

El presidente de la ABC, Justin Milne, anunció el lunes que la directora gerente Michelle Guthrie, quien es además la jefa de redacción, había sido despedida porque a la junta no le gustaba su estilo de liderazgo.

Medios de prensa dijeron que Milne, que es responsable de mantener la independencia de la ABC, habría presionado infructuosamente a Guthrie para que despidiera al redactor político Andrew Probyn y a la corresponsal económica Emma Alberici con tal de prevenir recortes en los fondos del gobierno.

Milne, que fue nombrado al puesto el año pasado por el gobierno conservador y que es amigo del ex primer ministro Malcolm Turnbull, dijo hoy que renunció por el bien de la corporación.

«Claramente no es bueno que la gente tenga que tratar de hacer su trabajo en medio de esta tormenta, así que yo quiero ofrecer una válvula de escape», dijo a la ABC en una entrevista.

Milne dijo que su renuncia «absolutamente, 100% no» es una admisión de que él no haya salvaguardado la independencia editorial de la ABC.

«No hubo ninguna interferencia en la independencia de la ABC por parte del gobierno. Nadie del gobierno me ha dicho nunca qué hacer en relación con la ABC. Nadie me dijo que contratara a nadie, despidiera a nadie ni ninguna otra cosa», dijo Milne.

Fairfax Media ha reportado que Milne le escribió un correo electrónico a Guthrie el 8 de mayo en el que le dijo que despidiera a Alberici, un día después de que Turnbull se quejó al director de noticias de la ABC sobre un reportaje de Alberici sobre gastos del gobierno.

«Ellos (el gobierno) la odian», le escribió Milne a Guthrie, de acuerdo con Fairfax. «Despídela. Tenemos que salvar la ABC no a Emma», añadió.

News Corp., citando documentos de la junta de la ABC, dijo que Milne mencionó a Guthrie por teléfono el 15 de junio que el gobierno «odia» a Probyn y que debía despedirlo.

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