Washington
DPA

Los abogados de la mujer que acusa de abusos sexuales al candidato de Donald Trump para convertirse en juez de la Corte Suprema, Brett Kavanaugh, pidieron ayer otras 24 horas para analizar si su defendida declarará ante el Senado.

El Comité de Justicia de la Cámara Alta aceptó la petición. «Quiero escucharla», escribió el presidente del organismo, Chuck Grassley, en Twitter.

En un primer momento Grassley había dado plazo hasta las 22:00 horas de ayer para que los abogados anunciaran si su mandante declarará o no el próximo miércoles. Si no lo hace el Comité votará el mismo lunes sobre si confirma a Kavanaugh.

Las acusaciones se han convertido en una sucia pelea entre los partidos en Washington. Los demócratas creen que el caso ofrece una posibilidad de retrasar el nombramiento del juez hasta después de las elecciones legislativas del 6 de noviembre, cuando existe la posibilidad de que cambie la mayoría en el Senado y no sea confirmado para el puesto este juez ultraconservador.

Por su parte, el presidente Trump cuestionó la credibilidad y en un tuit exigió a la profesora de psicología Christine Blasey Ford que demuestre sus acusaciones.

Trump afirmó en Twitter que está convencido de que Ford o sus padres hubiesen presentado cargos de inmediato en el caso de que el ataque contra ella hubiese sido tan terrible como ella lo describe ahora. Por ello debería revelar cuándo y dónde se produjo el incidente, que según Ford fue hace 36 años, cuando ella era una estudiante de secundaria.

Con sus mensajes Trump salió por primera vez a la ofensiva después de días en que se mantuvo sorprendentemente contenido. Había defendido a Brett Kavanaugh y criticado con dureza a los demócratas, pero no opinado sobre Ford.

Los medios estadounidenses informaron que el entorno de Trump le pidió mantenerse al margen en un tema delicado para no alejar a posibles mujeres votantes o generar molestias en su Partido Republicano. Esta estrategia se mantuvo al parecer sólo durante unos días.

A principios de noviembre tienen lugar las elecciones de mitad de mandato, en las que se renueva parte de las Cámaras del Congreso.

El Senado tiene que confirmar el nombramiento, pero poco antes de la decisión Ford hizo públicas sus acusaciones.
Según dijo, tras una fiesta de estudiantes a finales de los años 80 el jurista conservador intentó violarla. Según afirma la tiró sobre una cama, intentó desvestirla e impedir que gritara. Kavanaugh lo niega enfáticamente.

Ford asegura que en aquel momento no contó a nadie lo que había pasado, ni siquiera a sus padres.

El presidente volvió a acusar a los demócratas de utilizar a Ford para retrasar el nombramiento de Kavanaugh y habló en otro tuit de los «políticos de izquierda radical» que no quieren respuestas sino generar polémica.

La renovación de la Corte Suprema es en Estados Unidos un tema político clave porque el tribunal es la última instancia en numerosas cuestiones sociales relevantes y la designación de Kavanaugh le daría una mayoría conservadora durante muchos años. Los demócratas se oponen firmemente a su nombramiento.

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