Miami
DPA

Cuatro alteraciones climáticas en el Océano Atlántico comenzaron a ser ayer monitoreadas por su potencial desarrollo en las próximas 48 horas, según confirmó el Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami.

Dos sistemas de baja presión tienen entre 40 y 60 por ciento de probabilidad de ser ciclones al final de la semana, mientras que dos áreas de baja presión (menos formados) cuentan con menos del 40 por ciento de posibilidad de hacerlo, indicó el NHC.

«Un sistema está ubicado cerca de las islas de Cabo Verde (África) con una actividad de aguaceros y un movimiento hacia el oeste. El otro, bien definido, está a unos 643 kilómetros de las islas de Barlovento (en el Caribe)», detalló el Centro en un informe.

Cerca de Bermuda están moviéndose las otras dos áreas de baja presión (menos intensas que los sistemas) con una actividad mínima de aguaceros y poco desarrollo. «Sin embargo, las condiciones ambientales podrían tornarse más favorables para un desarrollo mayor», señaló.

La aparición de estos fenómenos climáticos se da una semana después de que «Florence» entrara la costa este de Estados Unidos como huracán de categoría uno en la escala Saffir-Simpson.

«Florence», que en el transcurso de la semana recorrió áreas de Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia, dejó a su paso al menos 30 personas fallecidas, millones de animales de corral muertos, miles de damnificados e inundaciones que persisten.

El NHC calculó al principio de la temporada una actividad cercana a lo normal para este año con máximo 16 tormentas, entre ellas cuatro huracanes de alta categoría, es decir, de 3 a 5, que es el máximo nivel que mide la escala Saffir-Simpson.

Hasta el momento se han formado en el Atlántico diez tormentas con nombre (cuando sus vientos superan una velocidad de 62 kilómetros por hora), de las cuales cinco se han convertido en huracanes.

Artículo anteriorSube a 196 la cifra de muertos en naufragio en Tanzania
Artículo siguienteTrump compara a los demócratas con Nicolás Maduro