Por Cecilia Caminos/dpa
Buenos Aires

Horas después de recibir un nuevo procesamiento judicial como supuesta jefa de una asociación ilícita en una causa por corrupción, la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) negó todo vínculo con una supuesta maniobra de lavado de dinero en otra investigación judicial.

«Podrán seguir vigilando mis movimientos y los de mi familia, escuchar de manera clandestina mis conversaciones telefónicas o excavar toda la Patagonia argentina o donde mejor se les ocurra, que nunca van a encontrar nada con lo que involucrarme, porque jamás me apoderé de dinero ilícito alguno», afirmó la exmandataria.

Tras recibir el apoyo de decenas de seguidores, Fernández de Kirchner presentó un escrito ante el juez Sebastián Casanello en los tribunales federales del barrio de Retiro de Buenos Aires.

El magistrado la investiga en la causa conocida como «la ruta del dinero K» por la que está detenido el empresario Lázaro Báez, de estrechos vínculos con el poder durante los gobiernos kirchneristas y que obtuvo multimillonarios contratos de obras públicas.

La expresidenta y actual senadora de la opositora Unidad Ciudadana peronista consideró «una grave irregularidad» haber sido citada a declarar a instancias de la Cámara Federal, que consideró que pudo haber sido coautora de los delitos de lavado de dinero que se le imputan a Báez. Según señaló en el escrito, el juez es el único habilitado por la ley procesal para citar a una declaración indagatoria.

«Por octava vez voy a prestar declaración indagatoria a (los tribunales federales de) Comodoro Py, lugar donde ya no rige ni la Constitución, ni los códigos de fondo ni de forma», afirmó la expresidenta en su cuenta de Twitter.

«Esta vez me encuentro en una situación inédita. El juez que me cita reconoció, en cuatro oportunidades, que no hay ningún hecho ni prueba que me vincule con la causa a su cargo. Pero tuvo que llamarme a indagatoria porque se lo ordenó la Cámara a pedido expreso de la UIF (Unidad de Información Financiera) que, por decisión de Mauricio Macri, está a cargo de Mariano Federici, ex asesor del FMI. O sea: es una indagatoria a pedido. Más claro, echale agua», sostuvo.

Según señaló en su escrito, «lo que resulta aún más grave es que se me cita a prestar declaración indagatoria sin que exista ningún estado de sospecha sobre la comisión de algún delito que me pueda ser atribuido».

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