Wilmington, Carolina del Norte, EE.UU.
Por Chuck Burton
Agencia AP
Con Wilmington aislada del resto de Carolina del Norte a causa de las inundaciones provocadas por Florence, las autoridades planean llevar alimentos y agua a la ciudad de casi 120.000 personas por vía aérea. En otros lugares, los socorristas sacaban a los residentes de las casas que se encuentran amenazadas ante la posibilidad de desbordamientos de ríos.
Se han confirmado por lo menos 17 muertes desde que la tormenta tocó tierra y el principal funcionario de emergencias de Estados Unidos dijo que Florence se dirigirá a otros estados durante la semana.
“No solo veremos más de sus efectos en Carolina del Norte… También anticipamos muchos daños en Virginia Occidental y en Ohio a medida que el sistema sale” del territorio, dijo Brock Long, de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA por sus siglas en inglés) ayer en el programa Fox News.
En Wilmington, la octava ciudad más grande del estado, los residentes esperaron horas afuera de tiendas y restaurantes para conseguir productos básicos como agua. La policía resguardó la puerta de una tienda y solo se permitía la entrada de 10 personas a la vez.
El presidente de la comisión del condado, Woody White, dijo que las autoridades tienen planeado enviar alimentos y agua a la ciudad por vía aérea.
“Nuestras carreteras están inundadas”, dijo. “No hay acceso a Wilmington”.
A unos 115 kilómetros (70 millas) de distancia de la costa, los residentes que viven cerca del río Lumber salieron de sus casas y se subieron a botes que flotan sobre sus patios.
Los pronósticos muestran que escenas como esas podrían repetirse en localidades que estén 400 kilómetros (250 millas) tierra adentro a medida que los niveles del agua crecen.
Florence seguía siendo enorme, pese a haberse debilitado a tormenta tropical. Los radares muestran que el sistema se extiende sobre seis estados, con las Carolinas bajo el ojo.
El presidente Donald Trump dijo que los trabajadores de la FEMA, los rescatistas y los agentes del orden público están “trabajando muy duro”. Mientras la tormenta “comienza finalmente a retroceder, ellos comenzarán a trabajan aún más”.
“¡Son muy profesionales!”, tuiteó el mandatario.