WASHINGTON/AP

Las cifras sobre el total de muertos en Puerto Rico por el huracán “María” “son confusas”, dijo el director de la agencia para el control de desastres de Estados Unidos, manteniendo la atención sobre el asunto después de que el presidente Donald Trump pusiera en duda el número aceptado ampliamente.

“Mucha gente se está echando la culpa”, afirmo Brock Long, director de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), y “necesitamos enfocarnos en cómo se verá Puerto Rico mañana”.

Mientras su agencia hace frente a los efectos del huracán Florence en las Carolinas, Long respondió preguntas en los programas noticiosos dominicales sobre la tormenta que azotó la isla en septiembre del año pasado.

Esta semana Trump tuiteó que “3 mil personas no murieron” a causa de María y que la cifra de fallecimientos fue inflada por “los demócratas para hacerme ver lo más malo posible” al agregar muertes a la cifra definitiva con causas como la vejez.

Investigadores independientes de la Universidad George Washington calcularon que hubo 2 mil 975 muertes más relacionadas con María en los seis meses posteriores al huracán. El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Roselló, encargó el estudio y aceptó esa cifra de fallecimientos como la más precisa disponible. Rechazó el cálculo de un estudio de Harvard de que hubo más de 4 mil víctimas fatales, diciendo que el número menor presentado por la investigación de la UGW tenía solidez científica.

Hace meses, el gobierno de Roselló dejó de actualizar su cifra oficial de 64 muertos y ordenó la investigación independiente debido a la sospecha de que la cifra de fallecimientos era considerablemente menor a la real.

Tanto las autoridades a nivel local como federal han sido objeto de severas críticas debido a sus inadecuadas medidas de planificación y atención después de la tormenta. María azotó la isla el 20 de septiembre de 2017 e inutilizó la red de distribución eléctrica, situación que derivó en la interrupción más larga en el suministro de energía en la historia de Estados Unidos. Centenares de fallecimientos ocurrieron mucho después de las primeras semanas del paso de la tormenta debido a fallas en el equipo médico y el debilitamiento de los enfermos por el sofocante calor.

“Desconozco por qué se hicieron los estudios”, declaró Long al programa “Meet the Press” de la NBC.

“En mi opinión, lo que tenemos que hacer es averiguar las causas de las muertes directas, las ocasionadas por el viento, el agua y las olas”, así como por los derrumbes de inmuebles, a las que –dijo– posiblemente correspondió el conteo inicial.

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