Wilmington/dpa

El huracán «Florence» tocó hoy tierra en la costa de Carolina del Norte con vientos sostenidos de 150 kilómetros por hora e intensas lluvias, confirmó el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos con sede en Miami.

A las 07:15 hora local (11:15 GMT), el ciclón, ya rebajado a categoría 1 en la escala Saffir-Simpson (de máximo cinco) entró a territorio estadounidense. Wrightsville Beach, ubicada a unos 200 kilómetros al sur de Raleigh, capital estatal, fue la primera localidad en sentir la furia de «Florence».

«Se esperan inundaciones catastróficas por acumulación de agua y tornados», indicó el NHC en su más reciente reporte sobre «Florence», que se mueve con una velocidad de traslación de seis kilómetros por hora y seguirá entrando hacia el oeste al territorio estadounidense alcanzando a Carolina del Sur y parte de Georgia.

El gobernador de la norteña Carolina, Roy Cooper, quien pidió a la Casa Blanca declarar zona de desastre a fin de obtener rápidamente recursos extra ante la llegada del huracán, insistió en que el aumento del caudal de los ríos es el principal peligro para la población.

«No registrábamos niveles de lluvias de esta dimensión desde 1958. Es una situación de peligro extrema y seguirá siéndolo por días. Si me escuchan, les pido que no salgan durante la tormenta», dijo Cooper al advertir de que todo empeorará.

Según el gobernador, «las inundaciones pueden ser mortales incluso cuando la tormenta pase» debido a que «los ríos seguirán creciendo». «Vamos a seguir trabajando juntos», confió.

Antes de la llegada de «Florence» a la costa de Carolina del Norte, más de 100 personas que estaban atrapadas en la ciudad de New Bern fueron rescatadas, al igual que otras 60 en un hotel de Jacksonville.

Por su parte, la Administración de Emergencias de Carolina del Norte (NCEM) pidió «a todos los ciudadanos permanecer en sus viviendas y buscar el lugar más seguro para protegerse de posibles impactos de árboles arrancados por los vientos».

Casi 500 mil viviendas están sin servicio de electricidad, incluido un centenar de refugios.

Debido a la baja velocidad de traslación con la que «Florence» se moverá por Carolina del Norte, Carolina del Sur y Virginia, y a su gran tamaño, que supera los 120 kilómetros desde el ojo del huracán hacia afuera, el NHC prevé que las lluvias se extiendan por días y se alcancen acumulaciones de agua de hasta un metro de altura.

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