Ginebra/dpa
Este año hubo más desplazamientos que nunca en la guerra civil en Siria, con más de un millón de personas expulsadas de sus hogares por los combates de enero a junio, informaron hoy investigadores de la ONU en Ginebra.
Después de las batallas de las provincias de Alepo, Damasco y Daraa, el número total de desplazados dentro del país es de 6,5 millones, de una población total de 18 millones.
Muchos de ellos carecen de acceso adecuado a agua, alimentos, medicinas y refugio, señala en su informe la Comisión de Investigación para Siria.
«Es completamente inexcusable que ninguna de las partes en este conflicto cumpla con sus obligaciones hacia los civiles desplazados por sus operaciones militares», dijo el presidente de la Comisión, Paulo Pinheiro.
Los expertos en derechos humanos de la Comisión certificaron que la mayoría de las grandes batallas de este año estuvieron marcadas por crímenes de guerra, cometidos tanto por fuerzas progubernamentales como rebeldes, milicias islámicas y unidades kurdas.