Por FRANCES D’EMILIO
ROMA
Agencia (AP)

Crecían las preocupaciones hoy sobre la salud física y psicológica de 150 migrantes que pasaban su 10mo día a bordo de un buque guardacostas italiano mientras el gobierno en Roma insistía que otros países de la Unión Europea los acogieran.

Tras una visita al buque guardacostas Diciotti, anclado en el puerto de Catania, Sicilia, 16 migrantes fueron desembarcados por razones médicas, dos de ellos aparentemente con tuberculosis, según trascendidos.

El jefe de la agencia de la ONU para los refugiados hizo un llamado encendido a Italia para que les permita desembarcar y a los países europeos que se hagan responsables de los solicitantes de asilo, muchos de los cuales son jóvenes que huyen de la represión en Eritrea.

El alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, dijo en Ginebra que es hora de poner fin a una competencia “para ver quién se hace menos responsable de la gente rescatada en el mar”.

Exhortó a los países europeos a “hacer lo correcto y ofrecer lugares de asilo a las personas rescatadas del mar Mediterráneo en el momento que más lo necesitan”.

Pero el ministro del Interior italiano Matteo Salvini mantiene su posición intransigente de que los migrantes continúen a bordo hasta que otros países miembros de la UE se hagan cargo de ellos.

Mientras tanto, los fiscales sicilianos llevaron su investigación del impasse a la capital. Según trascendidos, el procurador Luigi Patronaggio interrogó a funcionarios del ministerio del Interior en la procuraduría en Roma.

Los fiscales podrían decidirse a investigar si hubo secuestro, dado que la oficina de derechos de los detenidos llegó a la conclusión de que el gobierno había detenido injustamente a los migrantes.

Salvini, dirigente del partido antiinmigrante Liga, ha dicho que está dispuesto a defender sus razones para no permitir el desembarco de los migrantes.

“Si alguien quiere investigarme, que me investigue”, tuiteó.

El funcionario de la Cruz Roja local Stefano Principato dijo a la prensa que el ministro de Salud ordenó una inspección sanitaria. Los migrantes duermen en la cubierta y desde el 16 de agosto deben soportar un sol implacable e instalaciones sanitarias escasas.

Tras la inspección, la oficina de sanidad marítima de Catania ordenó el desembarco inmediato de las 11 mujeres a bordo y cinco hombres, dos de los cuales mostraban síntomas de tuberculosis, informó la agencia noticiosa ANSA.

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