Por Isaac Risco/dpa
Río de Janeiro/Boa Vista

Las autoridades brasileñas reabrieron hoy la frontera con Venezuela en el norteño estado de Roraima, después de casi un día de cierre debido a un fallo judicial que pretendía frenar la inmigración masiva de venezolanos.

Un tribunal superior había cancelado antes una medida dictada el domingo por el juez de Roraima Helder Girao Barreto, y que había empezado a ser ejecutada el lunes.

El canal «Globo News» mostró imágenes de la reapertura de la frontera, por la que pasan a diario hasta unos 500 venezolanos, según cifras del Gobierno regional, debido al drama de la crisis económica y de abastecimiento en el país vecino. Muchas personas emigran en condiciones muy precarias y llegan a menudo a pie a Brasil.

El paso fronterizo en la ciudad de Paracaima estuvo cerrado unas 17 horas, calculó el portal «Globo». De acuerdo a cifras del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), unas 210 personas no pudieron cruzar la frontera en las últimas horas. Según «Globo», muchas personas, entre ellas niños, pasaron la noche a la intemperie.

Roraima, el estado brasileño menos poblado y uno de los más pobres del gigante sudamericano, ha recibido en los últimos meses a decenas de miles de venezolanos. La gobernadora del estado, Suely Campos, cifra en 50 mil el número de personas del país vecino asentadas en tanto en Roraima. Muchos viven en la calle sobre todo en la capital regional, Boa Vista, y dependen de la caridad pública.

Organizaciones internacionales alertan desde hace meses sobre una posible crisis humanitaria en Sudamérica por el éxodo masivo de venezolanos. Países como Colombia y Perú han recibido a cientos de miles de personas.

En Brasil, la llegada de inmigrantes se concentra en Roraima y aunque no alcanza las dimensiones que tiene el éxodo en otros países, ha puesto en alerta a las autoridades regionales, que sostiene que los servicios públicos están al borde del colapso.

La gobernadora Campos intenta desde hace meses frenar la llegada masiva de venezolanos con varias medidas. La última fue un decreto emitido a comienzos de agosto, que excluye de los servicios públicos a los venezolanos que no tengan un pasaporte válido.

La Fiscalía y la Defensoría Pública de Brasil presentaron un recurso contra el decreto. El juez regional Girao Barreto vetó la medida del Gobierno regional, pero también ordenó un cierre temporal de la frontera hasta que se creen «condiciones de acogida humanitaria» adecuadas.

Un tribunal regional superior concedió hoy el nuevo recurso de la Fiscalía y la Defensoría, que veían el cierre fronterizo ordenado por Girao Barreto como inconstitucional.

La Corte Suprema había dado ya en la noche del lunes una señal contra la medida. La jueza del Supremo Tribunal Federal (STF) Rosa Weber había desestimado un pedido emitido por el Gobierno de Campos en abril para cerrar temporalmente la frontera, poco después de que se diera a conocer el fallo de Girao Barreto.

Aunque se trataba de dos casos distintos, la sentencia de Weber era vista como decisiva para revertir el cierre fronterizo.

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