Por Takis Tsafos/dpa
Atenas

Los graves incendios en Grecia que causaron la muerte de al menos 79 personas ya están bajo control, anunciaron hoy fuentes oficiales.

Tan sólo un fuego en el monte de Gerania, a unos 70 kilómetros al oeste de Atenas, seguía ardiendo, dijo el ministro de Protección Civil griego, Nikos Toskas.

En las localidades de veraneo de Rafina, Mati y Neos Voutzas, al este de la capital helena y muy afectada por las llamas, los equipos de rescate y voluntarios seguían buscando a más víctimas en las casas completamente calcinadas. Sólo en las últimas 12 horas se encontraron cinco cadáveres carbonizados.

Pese a que los bomberos confirmaron esta mañana la cifra de 79 fallecidos, los alcaldes de las zonas afectadas por el fuego dijeron que la cifra de muertos podría aumentar mucho más.

BUSCAN RESPUESTAS

La Justicia griega abrió una investigación para determinar las causas de la catástrofe, anunció hoy la Fiscalía de Atenas.

«Tuvimos incendios forestales en 2007, tuvimos incendios forestales en 2009, ¿por qué la ciudad no estaba preparada?», se pregunta una vecina desolada. Detrás de ella se ven árboles carbonizados, postes eléctricos caídos y ruinas de casas calcinadas.

La identificación de las víctimas es complicada y podría durar semanas, ya que la mayoría de ellas están carbonizadas. En muchos casos será necesario hacer pruebas de ADN, repetían en la televisión los médicos forenses. Familiares de las decenas de desaparecidos pusieron en marcha una página web con fotografías de las personas cuya suerte se desconoce.

EL SUFRIMIENTO DE LAS VÍCTIMAS

Poco a poco se van conociendo detalles dramáticos de la tragedia. Una niña de 13 años se precipitó por un acantilado cuando ya no había salida. «Su ropa ardió. El infierno en llamas (estaba) tras ella. Se precipitó al vacío y murió en el acto», contó en la televisión una testigo presencial con lágrimas en los ojos.

Igual de horrible es lo que relató un bombero que vio dos cuerpos completamente carbonizados en el interior de un coche quemado en la localidad de Mati. «¿Qué son esas mochilas detrás de ellos?, me pregunté», recordaba el hombre en la radio. Entonces se dio cuenta de que las supuestas mochilas eran en realidad niños que se habían agarrado a sus padres.

Para los supervivientes la vida debe continuar, aunque seguro que pasará mucho tiempo antes de que ellos y la región se puedan recuperar de lo sucedido. El suministro de electricidad y agua y el teléfono e Internet siguen interrumpidos. Según los cálculos de los alcaldes de la zona, podría llevar semanas hasta que la infraestructura vuelva a funcionar correctamente. Además, miles de casas están inhabitables y tienen que ser derribadas.

Bomberos e hidroaviones chipriotas, rumanos e italianos participan en las labores de extinción en lo que se considera el peor incendio en Grecia en años.

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