Por JILL COLVIN y JONATHAN LEMIRE, Associated Press
ELLESBOROUGH, Inglaterra (AP) —
Frente a ella y frente a la prensa, el presidente de Estados Unidos Donald Trump negó haber criticado a la primera ministra británica Theresa May y sostuvo que la relación entre ambas naciones ocupa «el nivel más alto de lo especial», poco después de haber atacado a la mandataria con una andanada furibunda en una entrevista a un diario local.
«Yo no critiqué a la Primera ministra. Yo siento mucho respeto por la Primera ministra», dijo Trump tras reconocer que ofreció disculpas por algunas declaraciones, pero culpó a su chivo expiatorio preferido -la «prensa falsa»- por no haber publicado los elogios que dijo que le hizo a May en una entrevista publicada ayer, antes de que la Primera ministra le brindara a Trump una cena de bienvenida en un palacio campestre.
El Presidente exhortó a los periodistas a escuchar toda la entrevista grabada para tener el panorama completo.
May elogió la fortaleza de los vínculos, pero en una suave reprimenda a su invitado dijo que «todos tenemos la responsabilidad de asegurar que perdure la unidad transatlántica». En cuanto a su relación con Trump, dijo: «somos amigos».
En una frenética conferencia de prensa en Chequers, la residencia campestre oficial de los primeros ministros, Trump culpó a su antecesor Barack Obama por la agresión rusa en Crimea, dijo que el comercio justo era el centro de las gestiones británicas para salir de la Unión Europea, defendió su idea de que la inmigración perjudica a Europa y enfrentó reiteradamente a los corresponsales de televisión, cuya cobertura consideró hostil.
Entrevistado antes de partir de Bruselas al Reino Unido, Trump acusó a May de echar a perder todo lo que podría ganar su país con el Brexit. Dijo al Sun que el exsecretario del Exterior Boris Johnson sería un primer ministro «excelente», apenas días después de que Johnson renunció en protesta por los planes de May para el Brexit.