Managua
Agencia dpa
Al menos 12 personas murieron en las últimas horas en Nicaragua como resultado de violentos ataques de fuerzas paramilitares contra manifestantes civiles opositores al Gobierno en por lo menos cuatro localidades del país, informaron hoy organismos de derechos humanos y dirigentes sociales.
Alvaro Leiva, director de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH, independiente), dijo al diario local La Prensa que nueve personas fallecieron en ataques de grupos parapoliciales en las ciudades de Diriamba y Jinotepe, al sur de la capital. Según la fuente, otras 200 fueron secuestradas en ambos operativos.
Por su parte, un comunicado de la Policía informó que en esas acciones murieron dos de sus agentes, que buscaban “restablecer el orden público” frente a los “terroristas armados”, y anunció que investiga a los responsables para proceder a su captura.
Mientras, la líder campesina Francisca Ramírez dijo a dpa que otra persona murió y varias más resultaron heridas anoche en Rancho Grande, en Matagalpa (norte), donde «grupos armados y encapuchados vinculados al Gobierno» disolvieron a balazos los “tranques” (retenes) de manifestantes campesinos en la zona.
Un operativo similar se realizó esta madrugada (local) en comunidades del municipio de Altagracia, en la isla de Ometepe (sur del país), informó a dpa Henry Ruiz, vocero del movimiento campesino en la provincia de Rivas.
Fotografías de cadáveres tirados en plena calle han circulado profusamente en las redes sociales. Muchas víctimas no han sido identificadas y sus restos fueron quemados por razones de salud pública, expresó Leiva.
“La situación de Nicaragua es de profunda crisis. Hay inestabilidad, hay terror y nuestro organismo y otros afines como la Cruz Roja y los Bomberos estamos limitados en nuestra función de trabajo”, afirmó el director de la ANPDH al canal 15 de televisión.
Los sucesos de violencia se extendieron a Managua, la capital, donde también anoche desconocidos dispararon cerca de la residencia de la embajadora de Estados Unidos, Laura Dogu, aunque su casa no fue el objetivo de los disparos.
“Me preocupan mucho las noticias de violencia y condeno las muertes de este fin de semana. Mis oraciones están con las víctimas y sus familias”, escribió Dogu en su cuenta de Twitter.
Por su parte, el obispo de Matagalpa (norte), monseñor Rolando Alvarez, tuiteó: «Me uno con todo mi corazón, a mi hermano y gran amigo, cardenal Leopoldo Brenes, en su dolor por Jinotepe y Diriamba. El Tuma (norte) ayer fue atacada también por policías y paramilitares. ¡Dios Santo! Tanta muerte, tanto dolor. Paren con esta barbaridad».
Los ataques ocurrieron después de que el presidente Daniel Ortega rechazara en un acto público una propuesta de adelantar a marzo próximo las elecciones de 2021. Ortega también afirmó que casi un centenar de “tranques» de protesta que mantienen bloqueadas varias carreteras del país deben «desaparecer de toda Nicaragua».
El portal oficial “El 19”, en tanto, celebró las operaciones de los paramilitares en Diriamba y Jinotepe, señalando que las mismas permitieron “la liberación de su territorio”.
“De esta manera Nicaragua avanza en seguridad, paz y vida. ¡La marcha hacia las victorias no se detiene!», indicó la publicación.