Por FOSTER KLUG/AP
SINGAPUR (AP) —
El cese de las maniobras militares conjuntas entre Estados Unidos y Corea del Sur es una asombrosa concesión del presidente estadounidense Donald Trump hacia Corea del Norte, coincidieron varios analistas. Las declaraciones de Trump contradicen décadas de pensamiento estratégico de funcionarios políticos y militares estadounidenses, de que los ejercicios son rutinarios, de naturaleza defensiva y totalmente indispensables.
La medida, anunciada por Trump tras su histórica cumbre en Singapur con el líder norcoreano Kim Jong Un, estremeció a toda la región asiática y pareció tomar por sorpresa a las autoridades surcoreanas.
Trump anunció también su deseo de traer a casa a los 28,500 militares que Estados Unidos mantiene en la península coreana como elemento disuasivo ante un potencial ataque norcoreano.
«Estas son concesiones que Trump está otorgando a cambio de meras promesas de los norcoreanos», dijo Paul Haenle, exasesor para temas asiáticos bajo las Presidencias de Barack Obama y George W. Bush.
Trump calificó las maniobras militares de «provocadoras» y un despilfarro de dinero, esencialmente adoptando la postura norcoreana sobre el tema.
Los críticos inmediatamente denunciaron las declaraciones como una concesión enorme y unilateral hacia un país que hace poco estaba amenazando con lanzar bombas nucleares contra Estados Unidos.
Moon Seong Mook, un exfuncionario militar surcoreano, dijo que las declaraciones de Trump ratifican temores subyacentes en Corea del Sur: que los norcoreanos tratarían de aprovecharse de un Presidente inexperto y atípico para sacarle concesiones y crear una división entre Washington y Seúl.
«El núcleo de la alianza entre Estados Unidos y Corea del Norte son los militares estadounidenses estacionados en Corea del Sur y las maniobras militares conjuntas, pero la presencia militar estadounidense en Corea del Sur no significaría gran cosa si las dos fuerzas armadas no practican regularmente usando las maniobras», dijo Moon, analista para el Instituto de Investigaciones de Seguridad Nacional de Corea del Sur.
«Me preocupa que la cumbre entre Trump y Kim terminará siendo un revés en los esfuerzos globales por desnuclearizar a Corea del Norte y terminará sembrando la inestabilidad en la alianza entre Washington y Seúl», añadió.