Por Ana Lázaro Verde
Madrid,
Agencia dpa
El socialista Pedro Sánchez fue elegido hoy presidente del Gobierno español en el Congreso de los Diputados tras triunfar la moción de censura contra el conservador Mariano Rajoy, quien fue destituido tras seis años al frente del Ejecutivo.
Es la primera vez que prospera una iniciativa así en la historia de la democracia española. Tras una semana de infarto en el país, Sánchez logró cosechar los apoyos parlamentarios necesarios para echar a Rajoy del Ejecutivo y asumir el mando.
«Soy consciente de la responsabilidad que asumo y del momento político tan complejo que vive nuestro país», dijo el socialista, quien prometió gobernar con «unidad», «consenso» y «entrega».
En total, Sánchez sumó 180 votos de los 350 diputados que tiene el Congreso. Entre sus apoyos están los izquierdistas de Podemos, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y los partidos independentistas catalanes Esquerra Republicana y Partido Demócrata Europeo Catalán.
En contra votaron el Partido Popular (PP) de Rajoy y el liberal Ciudadanos, cuyo líder, Albert Rivera, vaticinó «una legislatura agotada» con un Gobierno «Frankenstein» apoyado por siglas distintas.
Tras un primer mandato con mayoría absoluta marcado por la crisis económica y las medidas de austeridad (2011-2015) y un segundo en minoría centrado en la crisis soberanista abierta en la región de Cataluña (2016-2018), Rajoy cayó por la corrupción.
El Partido Socialista (PSOE) presentó hace justo una semana la moción de censura contra él a raíz de la sentencia judicial de uno de los escándalos más importantes de las últimas décadas en España, que condenó a ex miembros del PP a prisión y obligó a pagar al propio partido una multa por haberse lucrado con una trama corrupta.
Si bien al principio parecía que la moción tenía pocas opciones de prosperar, con el paso de los días el PSOE fue ganando apoyos. La llave la tuvo en el último momento el PNV, que decidió votar a favor.
«Aceptaré como demócrata el resultado de la votación, pero no puedo compartir lo que se ha hecho», dijo hoy Rajoy minutos antes de ser destituido en la Cámara baja española.
«Ha sido un honor haber sido presidente del Gobierno de España y dejar una España mejor de la que encontré. Ojalá mi sustituto pueda decir lo mismo en su día, se lo deseo por el bien de España», añadió en su última intervención parlamentaria como presidente del Gobierno.
La llegada de Sánchez al poder abre un escenario nuevo en el país y plantea algunas incógnitas. Previsiblemente Sánchez tomará posesión de su cargo ante el rey en los próximos días y nombrará un Ejecutivo que podría gobernar en minoría, con solo 84 diputados.
En el horizonte hay unas elecciones generales que el líder socialista se comprometió a convocar pero que todavía no tienen fecha.
Mientras la izquierda española aplaude la caída de Rajoy, sectores más conservadores alertan del inicio de una etapa de inestabilidad e incertidumbre. El diario «El Mundo» tildó su futuro Gobierno de «temerario», mientras que «El País» lo consideró «inviable».
El foco está puesto en Podemos, tercer partido en el Parlamento, y sobre todo en los separatistas catalanes que, tras una etapa de enfrentamiento frontal con Madrid (con Sánchez apoyando la intervención administrativa de la región), respaldaron al socialista.
El proceso independentista catalán es precisamente uno de los retos que tendrá que afrontar el nuevo Ejecutivo en medio del proceso judicial que investiga a los ex miembros del «Govern» de Carles Puigdemont y a varios líderes independentistas (algunos en prisión).
Sánchez prometió esta semana que reestablecerá el diálogo con el Gobierno catalán del separatista Quim Torra, sucesor de Puigdemont.
La inestabilidad política en Italia y la posible caída del Ejecutivo de Rajoy en España mantuvieron toda la semana en vilo a Europa, donde los mercados financieros sufrieron turbulencias. Hoy, tras la elección de Sánchez como presidente y el anuncio de un acuerdo de Gobierno en Roma, la Bolsa de Madrid subió un 1,5 por ciento.