POR EVA VERGARA/AP
Santiago de Chile

Tres sacerdotes chilenos que denunciaron abusos de un cura pedófilo dijeron hoy que viajarán a El Vaticano con la esperanza de colaborar con Francisco en la disminución de víctimas del clero.

Dos de los tres curas, Eugenio de la Fuente y Alejandro Vial, se mostraron nerviosos ante la prensa que les cuestionó qué tipo de abusos sufrieron. Sin embargo, ellos no respondieron alegando que primero deben hablar con Francisco, quien los recibirán entre el 1 al 3 de junio.

El tercero, Francisco Astaburuaga, en su calidad de sacerdote y abogado, fue invitado por la asistencia jurídica que brindó a otros afectados.

“La mayoría de nosotros fuimos víctimas del sistema abusivo que se practicaba cuando participábamos en la parroquia del Sagrado Corazón de Providencia (“El Bosque”)”, señala un breve comunicado leído por De la Fuente.

La nota lleva la firma de cinco presbíteros. Los otros dos e igual número de laicos prefieren mantener el anonimato.

Fernando Karadima, párroco de El Bosque, acosó menores por décadas y estableció un complejo sistema de abuso psicológico, de poder y sexual que afectó a laicos y sacerdotes.

Los tres presbíteros fueron algunos de los primeros en alejarse de Karadima; otros siguieron apoyándolo cuando el canal estatal de televisión reveló sus abusos en 2010.

Sobre la invitación papal, Vial opinó que Francisco quiere “escuchar nuestra experiencia personalmente para poder ayudarlo a tomar las medidas que puedan ser necesarias”. Entre éstas destaca aceptar o rechazar total o parcialmente las dimisiones al cargo presentadas por los 31 obispos activos a los que responsabilizó de no investigar o indagar superficialmente casos de abuso sexual, no acoger y dañar a las víctimas, destruir material comprometedor y actuar como una élite alejada de los fieles.

Un nuevo escándalo de abusos en la iglesia chilena explotó coincidentemente con el regreso de los obispos a Chile el viernes pasado, cuando Tele13 televisión reveló una red de curas que mantenían relaciones homosexuales con menores y adultos, según los primeros informes. Los hechos ocurren en el obispado de Rancagua, a cargo de Alejandro Goic, presidente de la comisión de la iglesia Católica para prevenir abusos.

Goic se excusó el sábado por su falta de diligencia para investigar y en días siguientes la diócesis suspendió da 14 curas involucrados aunque el fiscal nacional, Jorge Abott, declaró en la víspera que los investigados son 17.

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