Por agencia/dpa
Madrid

Los escándalos de corrupción que golpean al Partido Popular (PP) del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, sumaron hoy un nuevo frente con el arresto del exministro Eduardo Zaplana, figura central del partido durante años.

El político de 62 años fue detenido a primera hora en su casa de Valencia, este de España, investigado por delitos de cohecho y blanqueo de capitales. La foto de Zaplana abandonando su vivienda detenido en un coche saltó a primera plana de todos los diarios.

La operación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil incluyó registros de varios domicilios, incluido el de Zaplana, y al menos otros cinco arrestos, todos en el marco de una investigación por delitos contra la administración pública.

Considerado durante años una de las figuras con más poder en el PP, Zaplana presidió la Comunidad Valenciana de 1995 a 2002, fue ministro de Trabajo en el Ejecutivo de José María Aznar de 2002 a 2004 y portavoz del Gobierno de 2003 a 2004. En 2008 abandonó la política.

Su detención se dio por una nueva investigación, pero Zaplana aparece mencionado ya en otras grandes tramas de corrupción como «Lezo» y «Púnica», nombres bien conocidos por la opinión pública española que motivaron detenciones de otros líderes del PP los últimos años.

Las sospechas sobre un antiguo pilar del partido motivaron por eso una ola de críticas al PP y al Gobierno de Rajoy. «Es otra muestra de la corrupción que el PP esparce por todas las instituciones», señaló el socialista Pedro Sánchez, jefe de la oposición.

Rajoy evitó comentar el tema ante la pregunta de los periodistas tras un acto. El partido, en cambio, resolvió suspender de militancia a Zaplana y a todos los dirigentes que sean detenidos en la misma operación, adelantó el coordinador general del PP, Fernando Martínez Maillo, que justificó: «Nadie es detenido por casualidad».

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