Por Awet Demurjan y Friedemann Kohler /dpa
Ereván

La oposición volvió a paralizar hoy con protestas masivas Ereván, la capital de Armenia, después de que su líder Nikol Pashinian llamara a la desobediencia civil al fracasar su nombramiento como primer ministro ayer en el Parlamento.

El próximo 8 de mayo se celebrará una segunda sesión parlamentaria para elegir a un nuevo jefe de Gobierno.

Los manifestantes bloquearon las principales calles de la ciudad y el metro no circulaba, informan los medios locales. También se vieron afectadas carreteras de otras partes del país, el aeropuerto internacional de Ereván, las líneas de ferrocarril que conectan el país con Georgia y varios pasos fronterizos.

Las protestas en el país del sur del Cáucaso de 2,9 millones de habitantes, bautizadas como «la revolución de terciopelo» se dirigen desde hace semanas contra la corrupción y el nepotismo.

Los manifestantes ya obligaron a renunciar al primer ministro Serzh Sargsián el pasado 23 de abril, pero su Partido Republicano sigue teniendo mayoría en el Parlamento. Los diputados del partido votaron ayer siguiendo la línea del partido y ninguno apoyó al opositor Pashinian.

Como en las semanas anteriores, las protestas transcurrieron de forma pacífica e incluso en medio de un ambiente festivo. La mayoría de jóvenes formaron cadenas humanas y ondearon banderas del país, que llevan los colores rojo, azul y naranja. Mucha gente cantaba y bailaba.

Pashinian hizo un llamamiento a levantar los bloqueos al final de la tarde para dejar libre el camino al centro de Ereván, donde está convocada otra manifestación en la plaza de la República.

Un nuevo intento de elegir nuevo jefe de Gobierno se celebrará el 8 de mayo, según la cita fijada hoy por el presidente del parlamento, Ara Bablojian, pero también podría ser boicoteado por los republicanos. Si no se logra elegir nuevo jefe de Gobierno, la Constitución contempla la convocatoria de nuevas elecciones.

Hasta ese momento, el control del país seguiría en manos del Partido Republicano, que algunos analistas temen intentara influir el transcurso de los comicios.

Pashinian anunció conversaciones con otro líder opositor, el empresario Gagik Sarujian. El jefe de Gobierno en funciones, Karen Karapetian, llamó a todas las partes a sentarse a negociar.

Rusia observa mientras tanto la situación con cierta desconfianza, pues rechaza los cambios de poder impulsados a partir de la presión callejera. Rusia tiene una base militar en Armenia y ejercer como su protector frente Turquía y Azerbaiyán, con quien se encuentra enemistado.

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