El presidente Daniel Ortega, que desde hace una semana enfrenta una ola de protestas, gobierna Nicaragua a partir de 2007 y desde hace dos años lo hace oficialmente acompañado de su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta. Ambos ejercen un poder sin contrapesos, controlando las principales entidades del Estado y numerosos medios de prensa.

Por Sonia González/dpa
Managua, Nicaragua

Exguerrillero sandinista, Ortega (de 72 años) allanó el camino hacia la reelección indefinida mediante una reforma a la Constitución aprobada por la mayoría sandinista en el Congreso hace algunos años. Además del Ejecutivo y el Parlamento, controla el Poder Judicial y el Consejo Supremo Electoral.

Su juventud estuvo marcada por siete años de cárcel y torturas bajo la dictadura de Somoza. Fue liberado por una acción armada de un comando guerrillero en diciembre de 1974. Posteriormente se trasladó a Costa Rica donde conoció a la poeta Rosario Murillo, con quien se casó y tuvo siete hijos.

Tras participar en el derrocamiento del dictador Anastasio Somoza en 1979, Ortega fue coordinador de la primera junta de Gobierno y en 1985 asumió como Presidente del país. La revolución atrajo la simpatía de miles en todo el mundo, aunque estuvo marcada por una cruenta guerra entre los sandinistas y los “contras”, apoyados por Estados Unidos.

En 1990, el líder sandinista pasó a la oposición, tras ser vencido en las urnas por Violeta Chamorro, candidata de una alianza de partidos de derecha y viuda del periodista Pedro Joaquín Chamorro, asesinado por la dictadura de Anastasio Somoza en enero de 1978.

EMPIEZA UNA ERA

Después de 17 años y tres fracasos electorales, Ortega volvió al Gobierno en 2007, beneficiado por un pacto con el expresidente liberal Arnoldo Alemán que le permitió bajar de 51 a 38 por ciento el porcentaje mínimo para ganar una elección presidencial.

Prometió entonces que compartiría el poder 50/50 con Murillo, y desde esa fecha se ha reelegido dos veces (2011 y 2016) tras sortear con ayuda del Poder Judicial y del Congreso un veto constitucional que le impedía continuar al frente del Gobierno.

De muy poco hablar, rodeado de un círculo estrecho de allegados políticos, Ortega trasladó en 2007 sus oficinas a su residencia personal en Managua y cerró toda comunicación con los periodistas. Su estado de salud se maneja como un secreto de Estado, pero en círculos cercanos a la familia se afirma que es precario y que recibe atención médica en Cuba.

LAS ELECCIONES DE 2016

Los Ortega-Murillo ganaron las elecciones en noviembre de 2016 con el 72,5 por ciento de los votos, según los datos oficiales de los comicios, efectuados sin oposición real ni observadores independientes. El tribunal electoral ya había sido acusado de fraude por la oposición en tres elecciones anteriores.

Nacida en Managua en 1951, Murillo es una excéntrica poeta que se opuso a la dictadura somocista desde el ámbito artístico. Antes había sido secretaria del periodista Pedro Joaquín Chamorro.

Madre de nueve hijos, dos de una pareja anterior, «la compañera Rosario» fue ganando poder, según sus detractores, después de que protegiera públicamente a su marido de una demanda por abuso y violación sexual entablada en 1998 por su hijastra Zoilamérica.

El juicio no prosperó porque Ortega, entonces diputado opositor, se amparó en su inmunidad. Desde hace cinco años Zoilamérica vive en Costa Rica junto a sus tres hijos y su esposo, un ecuatoriano que fue expulsado de Nicaragua en 2013.

EL PODER DE MURILLO

Desde el retorno de Daniel Ortega al poder, Murillo ha sido la única vocera presidencial, dirige las reuniones del Gabinete y de los alcaldes, coordina planes de emergencia y jornadas de salud, y organiza en detalle cada uno de los actos gubernamentales.

Se afirma que los principales lemas del Gobierno, que combinan la jerga izquierdista con frases religiosas, han sido obra de esta poderosa mujer, en cuyas diarias intervenciones en las radios oficialistas invoca a Dios, a la virgen y todos los santos.

Ataviada con coloridos ropajes y abundantes anillos, pulseras y collares con piedras «de la buena suerte», la primera dama ha punteado en las encuestas como el personaje «más popular», aunque se afirma que en las filas de su partido sandinistas la rechazan.

Es la primera vez en Nicaragua que un matrimonio ocupa los dos máximos cargos de poder. Además, todos sus hijos tienen mucho poder y al menos cuatro de ellos han sido nombrados asesores presidenciales, como Rafael, el mayor, que se encarga de las relaciones políticas con Venezuela y los países del ALBA.

Otro de los Ortega-Murillo, Laureano, es asesor de la empresa estatal de inversiones ProNicaragua, involucrada en el proyecto de construcción de un canal interoceánico, mientras que Juan Carlos, Maurice, Camila y Luciana dirigen radioemisoras y canales de televisión oficialistas.

ESTOS SON ALGUNOS MIEMBROS DE LA PODEROSA FAMILIA ORTEGA*

Daniel Ortega: Nació en 1945 en la provincia surcentral de Chontales,en el seno de una familia opositora al dictador Anastasio Somoza. Ingresó a las guerrillas del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y pasó siete años en prisión. Tras la caída de Somoza en 1979, fue uno de los nueve comandantes que dirigieron la revolución sandinista. En 1985 asumió como presidente y en 1990 cayó derrotado en las urnas frente a Violeta Chamorro. Un pacto político con sus adversarios de la derecha liberal le permitió reformar la Constitución y en 2007 retomar el Gobierno con apenas 38 por ciento de los votos. Fue reelegido en 2011 y 2016, en elecciones donde la oposición denunció fraude.

Rosario Murillo: Poeta y escritora nacida en 1951, vinculada desde muy joven al FSLN. Conoció a Daniel Ortega en 1977 en Costa Rica, donde ambos estaban exiliados, y juntos tuvieron siete hijos. Fue designada vicepresidenta tras los comicios de 2016, si bien ya se le reconocía como «el poder tras el trono». Considerada ambiciosa y adicta al trabajo, es la única portavoz oficial autorizada, diseña campañas del Gobierno y tiene enorme influencia en las decisiones de Estado. Opositores atribuyen su inmenso poder al hecho de que en 1998 protegió públicamente a Ortega frente a una demanda por abuso y violación sexual de su hija biológica Zoilamérica, hijastra del líder del FSLN.

Zoilamérica Ortega: Socióloga, 50 años de edad. Ella y su hermano mayor, Rafael, son fruto del primer matrimonio de Rosario Murillo y fueron adoptados legalmente por Daniel Ortega. Su escandalosa demanda contra su padrastro fue anulada en los tribunales de Managua, porque Ortega gozaba de fuero especial como diputado del FSLN, entonces en la oposición. En 2013, Zoilamérica volvió a ser noticia cuando visitó junto a su esposo ecuatoriano una protesta de jubilados apoyada por opositores. Días después el sudamericano fue deportado. Ambos residen desde entonces en Costa Rica.

Humberto Ortega: Nacido en 1947, es el segundo hermano de Daniel Ortega y fue también guerrillero y comandante del FSLN, además de jefe máximo del Ejército, cargo que mantuvo hasta 1995, cuando fue removido por la presidenta Chamorro. Antes de su retiro, dirigió la reducción y profesionalización del Ejército, para desvincularlo del partido sandinista. Astuto político y estratega militar, vive en Costa Rica dedicado a los negocios, pero reaparece en Managua en momentos de crisis para recomendar «diálogo y concertación». A raíz de las actuales protestas estudiantiles, criticó la actuación de la Policía por abrir fuego contra los manifestantes, y pidió que el Ejército no sea involucrado en el conflicto.

Los Hijos: Salvo la exiliada Zoilamérica, los ocho hijos Ortega-Murillo tienen importantes puestos en el Gobierno, varios de ellos como «asesores presidenciales». Rafael Ortega está a cargo de los negocios petroleros con Venezuela, mientras Laureano, un tenor aficionado, asesora la agencia estatal de inversiones ProNicaragua y se ocupa del proyecto de canal interoceánico, en suspenso desde 2014. Sus hermanos Juan Carlos, Daniel, Carlos Enrique, Maurice, Luciana y Camila, que además es modelo y empresaria de pasarelas, manejan el emporio de las comunicaciones que incluye las televisoras 2, 4, 8, 9, 10 y 13, así como el estatal Canal 6 y varias radioemisoras. Algunas nueras y parientes de la pareja presidencial ocupan importantes puestos en empresas de la familia y en entidades públicas como el Instituto de Turismo y la Distribuidora Nacional de Petróleo.

*Por Gabriela Selser/dpa

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