Por agencias/dpa
San Antonio, EE. UU.

El conductor del camión en el que el pasado julio murieron asfixiados diez inmigrantes sin papeles en Texas fue condenado hoy a cadena perpetua por un juez de ese estado norteamericano.

James Bradley, de 61 años, se había declarado culpable en octubre del cargo de conspiración y del de tráfico de personas. De esta forma evitó el juicio, en el que podría haber sido condenado a muerte.

El remolque del camión en el que perecieron los indocumentados, que trataban así de entrar ilegalmente en Estados Unidos, fue encontrado en el aparcamiento de un supermercado de la ciudad texana de San Antonio.

Había cerca de 40 personas, incluidos los cadáveres, pero los supervivientes dijeron en su día que habían llegado a ser al menos un centenar. Entre quienes sobrevivieron había dos niños.

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