Por Gonzalo Ruiz Tovar/dpa
Lima

Perú, país con expresidentes presos, prófugos, investigados o controversialmente indultados, recibirá esta semana a gobernantes de 34 países de América para hablar fundamentalmente de «gobernabilidad democrática y corrupción».

Una paradoja es que el presidente que se preparó durante meses para ser anfitrión de la VIII Cumbre de las Américas, Pedro Pablo Kuczynski, no lo será, pues tuvo que renunciar hace tres semanas, cuando era inminente su destitución por «incapacidad moral» derivada de confusos nexos con la constructora brasileña Odebrecht.

El reemplazo de Kuczynski, Martín Vizcarra, hasta hace unos días desconocido incluso para gran parte de los peruanos, será quien reciba a sus colegas, entre los que no faltan sospechosos de haber incurrido en prácticas corruptas o al menos de haberlas permitido.

El Centro de Convenciones de Lima, en el distrito San Borja, será el escenario que reúna el viernes y el sábado a los mandatarios. Entre las ausencias, resalta al del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien canceló su participación para afrontar lo relacionado a Siria.

El gran ausente, en cambio, será el venezolano Nicolás Maduro, «desinvitado» por el Gobierno de Kuczynski (decisión ratificada por Vizcarra) en protesta por cambios en el cronograma electoral que, según varios países, invalidan el sistema electoral y aleja los últimos atisbos de democracia en la nación caribeña.

Maduro reaccionó a su estilo y prometió llegar al Perú «por tierra, mar o aire, llueva, truene o relampaguee». Hubo incluso temor de cuál podría ser la reacción de las autoridades locales si el líder de la Revolución Bolivariana decidiera realmente llegar.

Pero en los últimos días el presidente bajó el tono y parece tener claro que no puede estar, al margen de que haya expertos que le nieguen al Perú el derecho de excluirlo por no ser ésta una decisión del continente en su conjunto.

La Cumbre se realizará apenas unos días después de que uno de los líderes más emblemáticos de América Latina, el expresidente brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva, empezara un encarcelamiento que podría extenderse por años por presuntos vínculos con la corrupción de constructoras brasileñas.

Treinta de los 34 países invitados (Venezuela es el único excluido) ya confirmaron su asistencia. Lima tendrá dos días no laborables extras que muchos aprovecharán para escapar de la ciudad en los últimos días del verano.

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