POR MATTHEW PENNINGTON/AP
Washington

Tras meses de intercambiar insultos y amenazas de aniquilación nuclear, el presidente Donald Trump aceptó reunirse con el líder norcoreano Kim Jong Un a finales de mayo para negociar el fin del programa de armas nucleares de Pyongyang, indicaron funcionarios surcoreanos y estadunidenses ayer. Ningún Presidente de Estados Unidos en funciones se ha reunido con un líder norcoreano.

El encuentro sería un evento sin precedentes tras siete décadas de hostilidades entre Washington y Pyongyang. Los dos países permanecen en estado de guerra debido a que la Guerra de Correa de 1950 a 1953 terminó con un armisticio y no con un acuerdo de paz.

«Se ha realizado un gran avance», tuiteó Trump después que el director de seguridad nacional de Corea del Sur, Chung Eui-yong, anunciara los planes a los reporteros en una presentación a la que se convocó apresuradamente en uno de los accesos a la Casa Blanca.

Trump agregó que las sanciones seguirán en vigencia hasta que se llegue a un acuerdo.

El mandatario estadounidense asumió el cargo con la promesa de impedir que Corea del Norte desarrollara un misil con ojiva nuclear capaz de alcanzar el territorio continental de Estados Unidos, una meta que Pyongyang está cerca de lograr. Trump ha oscilado entre amenazas e insultos contra Kim que han avivado los temores de una guerra, y una retórica más conciliatoria.

El histórico anuncio se realiza durante un período de agitación sin precedentes en el Ala Oeste de la Casa Blanca, con la agenda política del Presidente estancada y la moral baja mientras proliferan las renuncias de miembros del personal y alteran los intentos por infundir más disciplina y orden.

 

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