POR KAREL JANICEK/AP
Praga

Los tres políticos de más alto rango en Eslovaquia fracasaron el viernes en sus intentos por llegar a un acuerdo para tratar de calmar la tensa situación en el país a raíz de los asesinatos de un periodista investigador y su novia.

El presidente Andrej Kiska y el primer ministro Robert Fico habían preparado sendos textos para su reunión del miércoles con el presidente del Parlamento Andrej Danko. Tras la reunión, Danko se limitó a decir que no habían podido acordar una posición común.

El anuncio se produce en medio de crecientes tensiones antes de protestas contra el gobierno el viernes en toda Eslovaquia y el exterior.

Los manifestantes demandan una investigación exhaustiva de los asesinatos de Jan Kuciak y Martina Kusnirova, cuyos cadáveres fueron hallados en su casa el 25 de febrero y cambios en el gobierno.

En su último reportaje, que no concluyó, Kuciak, de 27 años, escribió sobre la influencia de la mafia italiana en Eslovaquia y sus posibles lazos con personas cercanas a Fico.

El primer ministro insinuó que el multimillonario George Soros pudiera estar involucrado en las protestas y dijo que el gobierno tiene información de que las mismas pudieran tornarse violentas.

Eslovaquia se ha convertido rápidamente de un país estable de la Unión Europea a una nación en caos a causa de los asesinatos.
En un discurso el mes pasado, el presidente Kiska habló de un país «exitoso, orgulloso y confiado», pero el 4 de marzo, dijo que Eslovaquia enfrenta «una grave crisis política» desatada por los asesinatos.

La tormenta política ha continuado intensificándose desde que los cadáveres fueron hallados el 25 de febrero.

En medio de acalorados intercambios entre la coalición de gobierno y la oposición, teorías de conspiración diseminadas por el premier Fico y sus reiterados ataques verbales a Kiska, un creciente número de personas ha comenzado a expresarse contra el gobierno de Fico, amenazando su existencia.

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