Por FRANCES D’EMILIO
ROMA
AP

El magnate de los medios Silvio Berlusconi irrumpió en la política hace un cuarto de siglo al prometer que salvaría a Italia de los comunistas. Ahora ha iniciado una cruzada para mantener a los populistas italianos lejos del gobierno.

El ex primer ministro, de 81 años, no puede optar de nuevo al cargo ni presentarse a un escaño en el Parlamento en las próximas elecciones del 4 de marzo debido a una condena por fraude fiscal.

Pero no ha dejado que eso lo detenga, como tampoco los años de escándalos sexuales ni una larga lista de juicios penales. Además de que está ignorando la cuota que el tiempo ha cobrado en su cuerpo, el cual ha soportado una cirugía de válvula cardíaca, trasplantes de cabello y estiramiento de los párpados.

Berlusconi quiere frustrar el avance del Movimiento 5 Estrellas, que aspira a entrar en el gobierno nacional por primera vez. En cambio, busca convencer a los italianos para que voten por su partido de centroderecha Forza Italia, que fundó en 1990 con el objetivo de impedir que los comunistas italianos llegaran al poder.

El Movimiento 5 Estrellas, nacido de un grupo ciudadano vinculado por la internet, denuncia a los políticos establecidos llamándolos parásitos, acusa a la Unión Europea de imponer normas excesivas a los italianos y favorece el colapso del euro.

«En estas elecciones hay una fuerza que es populista, rebelde, que apela a los desposeídos y que es totalmente peligrosa, yo diría hasta más peligrosa que los post-comunistas que tenemos ahora”, dijo Berlusconi en una entrevista televisiva reciente.

El empresario multimillonario aseveró que “son gente que en su mayoría nunca ha trabajado, que le tienen una gran envidia a quienes a través de su trabajo han logrado cierto bienestar. Son gente que odia a los que crean riqueza, es decir, a los empresarios, a los ricos”.

El 5 Estrellas ha prometido que si son elegidos reducirán los impuestos, especialmente a las familias de ingresos medianos y bajos y a las que dependen de un solo ingreso.
Berlusconi, que una vez fue presentador en un barco crucero, construyó un imperio empresarial que incluye un equipo de fútbol, empresas de construcción, agencias de publicidad, casas editoriales y la mayor red televisiva privada del país.

 

Artículo anteriorLos alemanes festejan el Carnaval con carrozas en las calles
Artículo siguienteRusia busca víctimas de accidente aéreo