Por JILL COLVIN y JONATHAN LEMIRE
WASHINGTON
AP
El presidente Donald Trump reaccionó iracundo a un nuevo libro que afirma que él no esperaba –ni quería– llegar a la Casa Blanca, que su esposa rompió a llorar al enterarse de su victoria y que un alto asesor pensaba que el contacto de su hijo con una abogada rusa durante la campaña fue “traidor”.
Trump emitió un comunicado formal en el que protesta airadamente contra Steve Bannon, su exasesor en jefe de la Casa Blanca, e insistió en que Bannon participó poco en su campaña victoriosa y «no tiene nada que ver conmigo ni con mi presidencia”.
“Cuando fue despedido no sólo perdió su empleo, sino que también perdió la cabeza”, afirmó.
Hizo esas afirmaciones en respuesta a un nuevo libro poco halagüeño del escritor Michael Wolff, el cual presenta a Trump como un niñito malcriado en muchos aspectos que no comprende la responsabilidad que representa la presidencia y pasa las noches comiendo hamburguesas en la cama, mirando la televisión y hablando por teléfono con viejos amigos.
Los asesores de la Casa Blanca fueron tomados por sorpresa ayer cuando la revista New York publicó en línea un extracto del libro, y otros medios de comunicación que obtuvieron ejemplares antes de su fecha de publicación el 9 de enero también lo difundieron. La Casa Blanca no tenía un ejemplo del libro ayer por la mañana, según funcionarios que hablaron a condición de guardar el anonimato para poder declarar sobre conversaciones internas.
Trump pareció estar particularmente enojado por los comentarios hechos allí por Bannon, los cuales fueron reportados primero por el diario británico The Guardian, que obtuvo un ejemplar del libro «Fire and Fury: Inside the Trump White House» (El fuego y la furia: la Casa Blanca de Trump por dentro).
Según el periódico, Bannon calificó de “traidora” y “antipatriota” una reunión realizada en la Torre Trump entre Donald Trump Jr., asesores de campaña y una abogada rusa.
Bannon también le dijo a Wolff que las investigaciones sobre una posible colusión entre Rusia y funcionarios de la campaña de Trump probablemente se enfocarían en el lavado de dinero.
“Van a quebrar a Don Junior en la televisión nacional como si fuera un huevo”, afirmó Bannon, según publicó The Guardian.
Una portavoz de Bannon no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Pero el exestratega en jefe de la Casa Blanca no se sorprendió ni se molestó especialmente por el contraataque presidencial, según una persona al tanto de lo que Bannon piensa pero sin autorización para hablar en público sobre el asunto.
Éste se comprometió el miércoles a continuar su “guerra” contra la clase dirigente republicana y también pronosticó que, después de un período para permitir que los ánimos se aplaquen, él seguiría hablando con Trump, a quien le gusta conservar el contacto con exasesores incluso después de que los despide y en ocasiones los menosprecia.
La revista New York también publicó ayer una amplia adaptación del libro, en el que Wolff escribe que Trump creía que su candidatura a la presidencia impulsaría su marca y le daría “un sinfín de oportunidades”, pero que nunca esperó ganar.
Añade que Trump Jr. le dijo a un amigo que su padre, al enterarse de que estaba a punto de ganar las elecciones, estaba tan asustado que “parecía como si hubiera visto un fantasma”. Describe que en ese momento la ahora primera dama Melania Trump “estaba llorando, y no precisamente de alegría”.