Por DAVID RISING
BERLÍN
Agencia (AP)

Austria virará a la derecha con un nuevo gobierno en el que un partido nacionalista ocupará ministerios clave, en tanto el jefe de un partido conservador será el jefe de gobierno más joven de Europa, de acuerdo con detalles dados a conocer hoy.

Bajo el acuerdo sellado anoche, Kurz, de 31 años y jefe del Partido Popular Austríaco, será canciller, en tanto el líder del Partido de la Libertad, Heinz-Christian Strache, será vicecanciller y ministro de deportes y la función pública.

El Partido de la Libertad tendrá otros cinco ministros y un viceministro, incluidos los de Interior, Defensa y Relaciones Exteriores, informó la agencia Austria Press Association. Además de la cancillería, el Partido Popular tendrá siete ministros y un vice, entre ellos los de Hacienda, Economía y Justicia.

El partido de Kurz, que ganó la mayoría en la elección del 15 de octubre, inició inmediatamente negociaciones con el Partido de la Libertad.

El presidente Alexander Van der Bellen dijo al recibir el acuerdo de coalición con las designaciones a los ministerios, que no veía impedimentos a tomar protesta al nuevo gobierno la semana próxima y los dirigentes de ambos partidos también aceptaron, informó APA.

Kurz es ministro del Exterior del gobierno saliente del canciller Christian Kern, un socialdemócrata de centroizquierda. Ha destacado la importancia de seguir un rumbo europeísta y se espera que tome el timón en asuntos europeos, aunque el Partido de la Libertad, tradicionalmente euroescéptico, tendrá el ministerio del Exterior.

Después de las reuniones con Kurz y Strache, Van der Bellen dijo que le aseguraron que el enfoque “proeuropeo” era de máxima importancia para el nuevo gobierno.

“En estas conversaciones, acordamos entre otras cosas que conviene a los intereses nacionales de Austria permanecer en el centro de una Unión Europea fuerte y participar activamente en el desarrollo futuro de la Unión Europea”, afirmó.

Otros detalles del acuerdo se darán a conocer más tarde, pero ambos partidos hicieron campaña sobre la necesidad de mayores controles a la inmigración, la deportación rápida de las personas a las que se rechaza sus peticiones de asilo y la represión del radicalismo islámico.

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