POR AGENCIAS/DPA
Caracas

La oposición venezolana afirmó hoy que la denominada lucha contra la corrupción en la estatal petrolera PDVSA, que hasta ahora llevó a la cárcel a dos de sus expresidentes, tiene la forma de una «vendetta» entre grupos de poder dentro del Gobierno.

El diputado Julio Montoya, miembro de la comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional (Congreso), dijo que la presunta venganza está dirigida contra el ex presidente de PDVSA y actual embajador de Venezuela en la ONU, Rafael Ramírez, por haber sugerido que podría presentar su candidatura por el chavismo en las elecciones presidenciales de 2018.

«Si no es porque Ramírez insinuó en una reunión que podría aspirar a la presidencia, no se inicia esta ‘vendetta’, que parece una ‘vendetta’ entre delincuentes. Esta es una vendetta entre los carteles de Cali y de Medellín. El Gobierno se quedó callado durante nueve años y ahora estalla el escándalo por la guerra interna en el oficialismo», dijo en una rueda de prensa en la sede legislativa.

Sugirió que Ramírez es blanco de una persecución ahora por haber retado dentro del chavismo la candidatura de Maduro a la reelección.

¿QUÉ MOTIVÓ LA INVESTIGACIÓN?

Montoya presentó un resumen de las investigaciones que hizo en la anterior legislatura sobre hechos de corrupción en PDVSA, indicando que fueron denunciadas en su tiempo y que es ahora cuando el Gobierno actúa contra los presuntos responsables.

«PDVSA financieramente está en colapso. La caída de la producción es permanente, la falta de mantenimiento es por impericia. La historia de PDVSA en los últimos 15 años es de corrupción, negligencia e impericia», aseveró.

El Gobierno reveló el mes pasado una trama de corrupción en la estatal, alegando que los «robos» en PDVSA han provocado la crisis económica que azota al país desde 2013.

Primero fueron detenidos en Caracas seis de los jefes de la empresa Citgo, filial de PDVSA en Estados Unidos, y luego arrestados el ex ministro de Petróleo y ex presidente de la petrolera, Eulogio Del Pino, y el ex presidente de PDVSA, Nelson Martínez, todos vinculados al círculo de poder que estimuló Ramírez durante los 10 años en que estuvo a cargo de la petrolera estatal y como ministro de Petróleo.

Desde la semana pasada han corrido rumores de que Ramírez fue destituido de la embajada en la ONU, aunque no ha habido confirmación oficial. Además, el fin de semana fue detenido un primo de Ramírez, Diego Salazar, a quien atribuyen haber tramitado las pólizas de seguro para la industria petrolera.

Montoya afirmó que el desfalco en PDVSA supera los 32.000 millones de dólares. «Mientras Citgo está hipotecada, PDVSA está quebrada. Maduro quiere hacernos creer que lo engañaron», dijo. «Se robaron 32.000 millones de dólares y eso no lo quiere aceptar Maduro, quien solo se refiere a su nuevo enemigo, Rafael Ramírez», señaló.

MÁS INVESTIGACIONES

El fiscal general interino, Tarek William Saab, se negó a revelar si el Ministerio Público tiene algún proceso abierto contra Ramírez.

«Nos hemos reservado nombres para no personalizar esto. Esta situación tiene que ver con tramas que se van uniendo, estilo la novela negra, el género literario que tiene mucho de espanto y lucidez cuando acciona la justicia. Desentrañamos una trama y de ahí surgen nombres», explico.

Saab adelantó una serie de acciones contra Salazar, a quien calificó de «testaferro». También lo señala como responsable de crear unas 40 empresas y de abrir cuentas en Andorra con dinero de PDVSA.

La industria petrolera es sostén de la economía venezolana al generar un 96 por ciento de sus ingresos externos.

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