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Tegucigalpa, Honduras
DPA
El candidato de la izquierdista Alianza de Oposición contra la Dictadura, Salvador Nasralla, se perfilaba hoy como ganador de las elecciones presidenciales en Honduras, según los primeros resultados parciales difundidos después de una jornada confusa por la demora en la publicación de los datos oficiales.
De acuerdo con las cifras proporcionadas en la madrugada por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), escrutado el 57 por ciento de las mesas, Nasralla obtenía el 45,17 por ciento de los votos, mientras que el conservador Juan Orlando Hernández, actual presidente y candidato a la reelección, conseguía el 40,21 por ciento.
Esta cita en las urnas rompió con el equema tradicional, ya que por primera vez desde 1980, cuando el país volvió al sistema democrático después de 20 años de dictaduras militares, un jefe del Estado busca la reelección en las urnas, una posibilidad que se abrió tras una polémica reforma legal.
Considerado el país más pobre del continente, Honduras, con cerca de 8,9 millones de habitantes, afronta serios problemas de desigualdad, inseguridad y desempleo, pese a que en los pasados cuatro años hubo avances en el plano económico.
El TSE, máximo organismo regulador de las votaciones, anunció los primeros resultados en una conferencia de prensa en la que estuvieron presentes sus tres magistrados.
Según estos primeros datos oficiales, Nasralla, un conocido presentador de televisión de 64 años que debuta en política, sumaba 855.847 votos (un 45,17 por ciento), frente a los 761.872 votos (40,21 por ciento) de Hernández, un jurista de 49 años.
Mientras, el candidato del ultraconservador Partido Liberal, Luis Zelaya, quien figuraba como uno de los posibles ganadores en las encuestas, obtenía 260.994 votos, equivalentes al 13,77 por ciento.
Zelaya, ex rector universitario de 50 años, no está emparentado con Manuel Zelaya, el presidente derrocado en un golpe de Estado en 2009 precisamente por tratar de cambiar la Constitución y permitir la reelección presidencial.
Los otros seis candidatos presidenciales que participaron en la contienda ni siquiera sobrepasaban los 4.000 votos, es decir, menos de un uno por ciento de apoyo.
El presidente Hernández llamó a sus seguidores a tener paciencia de cara a la divulgación de los resultados y manifestó que la ventaja que éstos atribuyen a Nasralla no es concluyente puesto que sólo representa una parte del electorado, informaron medios locales.
El magistrado presidente del TSE, David Matamotos Batson, explicó que los datos ofrecidos de madrugada representan 10.367 Mesas Electorales Receptoras (MER) procesadas y que todavía faltaban 7.761 por escrutar.
Agregó que se habían procesado el 90 por ciento de las MER de las ciudades de San Pedro Sula y Tegucigalpa, que representan dos de los lugares que pueden inclinar el resultado en una votación.
Las elecciones generales se vieron opacadas precisamente por la demora de más de siete horas por parte del TSE para divulgar los primeros resultados oficiales, lo que hizo que ambos candidatos se proclamaran ganadores.
El primero en hacerlo fue el conservador Hernández. «Estoy contento, porque he estado viendo las encuestas a boca de urna y el procesamiento en tiempo real cuando van saliendo las actas y el recuento es más que claro y contundente: ganamos esta elección», manifestó el mandatario, después de que las encuestas a boca de urna le dieran el 43,93 por ciento de los votos.
Esas mismas encuestas a boca de urna adjudicaban a Nasralla, quien se declaró vencedor horas después, el 34,7 por ciento de los votos.
En los comicios, en los que el voto no era obligatorio, fueron elegidos también los 128 diputados al Congreso Nacional y los 298 alcaldes municipales entre los diez partidos políticos que participaron en el proceso.
Los aproximadamente 50.000 hondureños que residen en Estados Unidos, en ciudades como Houston, Nueva Orleans, Miami, Los Ángeles, Washington, Nueva York o Atlanta, también pudieron sufragar.
En total, unos seis millones de votantes estaban habilitados para depositar su voto. El proceso fue supervisado por alrededor de 560 observadores internacionales, incluyendo diez ex presidentes latinoamericanos.