POR NASSER KARIMI Y AMIR VAHDAT/AP
Teherán, Irán

Un fuerte sismo de magnitud 7,3 que sacudió la frontera entre Irán e Irak causó al menos 407 muertos en ambos países, sacó a los residentes de sus casas en la noche y se dejó sentir hasta en las costas del Mar Mediterráneo, más al oeste, dijeron las autoridades hoy.

La provincia iraní de Kermanshah, en el oeste del país, fue la más afectada y la agencia estatal de noticias de la República Islámica reportó que el terremoto cobró la vida de al menos 400 personas y causó 6,700 heridos solo en Irán. La zona es una región montañosa y rural donde la agricultura es el principal medio de subsistencia.

En Irak, el sismo causó al menos siete fallecidos y 535 heridos, todos en la región semiautónoma kurda, en el norte del país, según el Ministerio del Interior de Bagdad.

El epicentro del temblor estuvo a 31 kilómetros (19 millas) de la ciudad de Halabja, en el este de Irak, según las últimas mediciones del Servicio Geológico de Estados Unidos. Se localizó a una profundidad de 23,2 kilómetros (14,4 millas), lo que podría provocar amplios daños. Los temblores de magnitud 7 pueden causar daños generalizados y graves.

ASÍ SE VIVIÓ EL TERREMOTO

Las redes sociales en Irán y agencias de noticias mostraron imágenes y videos de personas huyendo de sus casas en la noche. Más de 100 réplicas siguieron al temblor principal.

Los peores daños parecían estar en la localidad de Sarpol-e-Zahab, en Kermanshah, una provincia del oeste de Irán ubicada en los montes Zagros que separan los dos países.

Kokab Fard, un ama de casa de 49 años que vive en Sarpol-e-Zahab, dijo que tuvo que salir de casa con las manos vacías porque el complejo de departamentos en el que vivía colapsó.

«Inmediatamente después de que logré salir, el edificio se vino abajo”, señaló Fard. «No puedo acceder a mis pertenencias”.

Reza Mohammadi, de 51 años, contó que él y su familia salieron hacia un callejón tras notar el primer temblor.

«Intenté regresar para recuperar algunas cosas, pero (el edificio) se derrumbó por completo en la segunda sacudida”, agregó Mohammadi.

Los residentes en Sarpol-e-Zahab dijeron además que no había agua corriente ni electricidad y que las líneas telefónicas y celulares funcionaban con problemas.

El Papa ofreció rezos por los muertos en Irán e Irak y pidió fuerza para los equipos de rescate que tratan de encontrar sobrevivientes. En dos mensajes de condolencias, Francisco expresó profunda tristeza por el desastre y ofreció su solidaridad a quienes perdieron seres queridos.

 

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