Ciudad de México
DPA

Un grupo de voluntarios católicos fue asaltado en una carretera del sur de México y una joven fue violada cuando llevaban ayuda humanitaria a comunidades dañadas por dos terremotos, informó la Arquidiócesis de México.

Dos de los jóvenes tuvieron que ser hospitalizados en estado grave, uno por lesiones de bala y otro por golpes severos, de acuerdo con una nota publicada anoche en el portal del sistema informativo de la archidiócesis.

«Estamos muy tristes, hemos llorado de impotencia, tanto por los jóvenes lesionados como por la joven violada; esperamos que ambos vivan; nos encontramos a la espera del reporte médico de estos jóvenes valientes», dijo el administrador de la fundación Papa Francisco Pro Felicitas, Carlos Arvizú.

Los jóvenes, que llevaban ayuda recolectada por ese grupo, habían salido de Ciudad de México y se dirigían la mañana del martes a Juchitán y otras comunidades del istmo de Tehuantepec, unos 720 kilómetros al sur de la capital mexicana, en tres camionetas pick-up.

Los asaltantes les robaron los víveres, sus teléfonos celulares y unos 40 mil pesos (2 mil 200 dólares) en efectivo destinados a compras para las comunidades.

Arvizú afirmó que están preocupados ahora por jóvenes que salieron hacia otras partes del país con ayuda y acusó a las autoridades de no proteger a los voluntarios.

«Se han limitado a llamar a la sociedad civil a que apoye, y la sociedad ha respondido sobradamente aún sin el llamado; pero el trabajo que a ellos les toca, el de brindar seguridad a quienes ayudan, es prácticamente nulo», reclamó.

«Hago un enérgico llamado a las autoridades para que cumplan con su tarea de garantizar seguridad, y la ayuda no se detenga. Deberíamos estar preocupados por las consecuencias del terremoto, y no por la vida de los voluntarios que ayudan a las personas damnificadas».

Después de los terremotos del 7 y 19 de septiembre, que dejaron en conjunto más de 430 muertos y daños a unas 150 mil viviendas, hubo una gran movilización de voluntarios para brindar ayuda a los afectados en el centro y sur del país.

Sin embargo, en paralelo a los grandes gestos de solidaridad, hubo algunos incidentes, como el saqueo de un camión con ayuda que volcó en una curva en una carretera en el estado de Veracruz, cuando trasladaba ayuda para las víctimas del primer terremoto.

En otro incidente, los padres de una joven muerta en el sismo del martes de la semana pasada en Ciudad de México descubrieron al ir al banco para dar de baja su cuenta que alguien había robado y usado su tarjeta de débito.

La tarjeta de la joven fue presuntamente robada después del derrumbe del edificio donde estaba y hubo cinco compras por un total de más de 24 mil pesos (mil 300 dólares) en una tienda de ropa y una de electrónica.

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