MIAMI
AP

Cientos de veraneantes anularon sus planes de vacaciones y abandonaron los Outer Banks, la cadena de islas frente a la costa de Carolina del Norte, ante el avance del huracán María hacia el norte, que provoca marejadas y la posibilidad de inundaciones.

El huracán que azotó el territorio estadounidense de Puerto Rico la semana pasada perdió algo de fuerza hoy con vientos sostenidos máximos de 120 kilómetros por hora (75 millas por hora). Se pronostica que siga perdiendo fuerza gradualmente y que se convierta en tormenta tropical hoy por la noche o el miércoles, dijo el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.

En Carolina del Norte, más de 200 veraneantes abandonaron la isla Ocracroke por orden de las autoridades. Estas advirtieron sobre la posibilidad de vientos fuertes e inundaciones al paso de María lejos de la costa. El vecino condado de Dare también ordenó evacuar la isla Hatteras y suspendió las clases.

Los turistas partieron el lunes, apenas al comienzo de lo que debía ser una semana de playa.

Los comerciantes locales se preparaban para un nuevo revés financiero. Un accidente de la construcción en el pico de la temporada veraniega, a fines de julio, dejó sin electricidad las islas de Ocracoke y Hatteras durante varios días, lo que provocó la evacuación de unos 50 mil turistas. Los negocios perdieron millones de dólares.

El vórtice de María se encontraba 340 kilómetros (210 millas) al sureste del cabo Hatteras el martes por la mañana y se desplazaba hacia el norte a 11 kilómetros por hora (7 millas). Se emitió una advertencia por tormenta tropical para la costa de Carolina del norte desde la ría de Bogue hasta el límite con Virginia.

María embistió Puerto Rico como huracán de categoría 4 la semana pasada y cobró decenas de vidas al atravesar el Caribe.

 

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