Por ARITZ PARRA y JOE WILSON
BARCELONA
Agencia (AP)
El Ministerio del Interior español comenzó hoy a coordinar toda la labor policial en Cataluña, una táctica diseñada para bloquear el referéndum sobre la secesión regional, después de que hubo tensiones con la policía regional controlada por el gobierno catalán, que promueve la independencia.
El cambio se produjo a petición del máximo fiscal de Cataluña, dijo un funcionario del Ministerio del Interior, durante una reunión el sábado con los Mossos d’ Esquadra la policía regional y los jefes regionales de la Policía Nacional y la Guardia Civil, las dos fuerzas con presencia nacional.
Los «Mossos» como se les llama a menudo en Cataluña son el cuerpo de policía más grande de la región en el noreste español. Desde hace mucho tiempo han sido criticados por no tomar medidas suficientemente enérgicas contra quienes promueven el referéndum del 1 de octubre sobre la independencia, una consulta que el gobierno español considera ilegal.
El jefe civil de la policía catalana forma parte del gobierno regional, que favorece la secesión al impulsar planes para la votación a pesar de que el Tribunal Constitucional español ordenó la suspensión de la votación mientras los jueces evalúan su legalidad.
La reunión de hoy en Barcelona evaluó las medidas tomadas hasta el momento para frenar la votación del 1 de octubre, dijo un funcionario ministerial que solicitó el anonimato porque no tenía permiso para ser nombrado en la prensa. Dijo que la medida no supone que se retire competencia alguna a los Mossos de Esquadra, como tampoco se le retira a la Guardia Civil ni a la Policía Nacional.
Simplemente se acuerda este mecanismo de coordinación que, en lo esencial, es el mismo por el que a los MdE se les encomendó las actuaciones posteriores al atentado de Barcelona y Cambrils y nadie pensó que ello atentaba contra cualquier otro cuerpo policial o institución pública», agregó.
El control de la policía en Cataluña se ha vuelto un tema delicado, ya que la confrontación política con el gobierno central en Madrid se ha desbordado hacia las calles. Se han producido protestas intermitentes a favor del referéndum, a veces por parte de miles de personas, luego de que un juez ordenó redadas en las oficinas del gobierno catalán y fueron detenidos una decena de funcionarios el miércoles.
Todos los detenidos ya habían sido puestos en libertad el viernes, aunque seis de ellos siguen siendo investigados por su presunta participación en los preparativos del referéndum.
Por otra parte, varios centenares de estudiantes permanecían el sábado ocupando algunas instalaciones de una universidad barcelonesa, después de pasar la noche allí en protesta contra los intentos del gobierno español de bloquear la consulta.
«Estamos demostrando que como estudiantes tenemos un papel que jugar», dijo el portavoz de los estudiantes, Jordi Vives, a la televisión pública catalana. «Por ahora, nos quedamos en el sitio», agregó.
Los estudiantes son parte de un grupo de unos 2.000 que se reunieron el viernes en la universidad y sus alrededores. Varios centenares ocuparon un complejo central cerca de las oficinas del rector y de otros directivos universitarios.