Por ERICA WERNER y ALAN FRAM
WASHINGTON
Agencia (AP)

El senador John McCain declaró ayer su oposición al intento de último minuto de sus compañeros de partido para derogar y reemplazar el “Obamacare”, lo que asesta un golpe mortal a la propuesta y quizá a la vieja promesa del Partido Republicano de cancelar ese programa.

Por segunda ocasión en tres meses, McCain, de 81 años, ha surgido como el gran aniquilador de uno de los compromisos más importantes de su partido con el electorado.

“Creo que podríamos hacer más si republicanos y demócratas trabajáramos juntos, y en realidad no lo hemos intentado todavía”, declaró McCain sobre la iniciativa. “Tampoco podría apoyarla sin saber cuál será el costo, cómo afectará a las primas de los seguros, y cuántas personas resultarán beneficiadas o perjudicadas”.

McCain, quien lucha contra el cáncer de cerebro en el ocaso de una notable carrera política, dijo que no podría votar a favor de la medida “con la consciencia tranquila”.

La postura de McCain propina un gran revés al presidente Donald Trump y al líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, y podría profundizar las desavenencias entre los legisladores republicanos y el mandatario, que ha comenzado a concertar acuerdos con los demócratas debido a la frustración por la incapacidad de su propio partido para convertir propuestas en leyes.

Durante la campaña electoral, Trump se había comprometido a cancelar con rapidez la Ley de Salud Asequible promulgada por Obama_“será sencillo”, había dicho_, y ha reprendido públicamente a McConnell por no conseguir la aprobación de la iniciativa.

Con el rechazo del senador de Arizona suman ahora dos votos republicanos “en contra”, después del de Rand Paul.

Aun si esos dos votos se suman a la oposición de todos los senadores demócratas, McConnell podría lograr la aprobación de la reforma.

Sin embargo, la senadora republicana Susan Collins dijo ayer que ella también se inclina en contra de derogar la ley, y Lisa Murkowski ya se asoma además como posible detractora, lo que hace altamente improbable que McConnell consiga aprobar la medida.

En un discurso pronunciado anoche ante una multitud en Alabama, Trump calificó de “triste” la oposición de McCain y la describió como “una situación muy terrible” para el Partido Republicano.

El vicepresidente Mike Pence afirmó que la lucha no había terminado. “No será fácil. Algunos han ido al extremo de anunciar ya su oposición”, afirmó. “El presidente Trump y yo no nos desanimamos”, apuntó.

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