Por EMAD MATTI y QASSIM ABDUL-ZAHRA
BAGDAD
AP

Presuntos milicianos atacaron un puesto de control y un restaurante cercano en el sur de Irak, con un saldo de al menos 60 muertos y 83 heridos, informaron autoridades locales.

El gobernador Yahya al-Nassiri precisó que el ataque en Thi Qar comenzó cuando los extremistas abrieron fuego contra el retén y el restaurante en la carretera principal que une Bagdad con las provincias del sur. A continuación, prosiguieron el ataque dos terroristas suicidas, entre ellos uno que conducía un auto cargado de explosivos, agregó.

Al-Nassiri precisó que entre los muertos hay peregrinos iraníes en camino a santuarios de la zona y tres agentes de policía.

Nadie reivindicó el ataque por el momento. El grupo Estado Islámico a menudo se adjudica la autoría de los ataques de gran tamaño dirigidos contra las fuerzas de seguridad y los civiles chiíes en Irak.

La provincia de Thi Qar, de mayoría chiíta, está a unos 320 kilómetros (200 millas) al sureste de Bagdad.

En tanto, el Parlamento destituyó al gobernador curdo de la provincia étnicamente mixta de Kirkuk, lo que podría agravar las tensiones en vísperas de un referendo independentista curdo.

Los curdos iraquíes planean votar el 25 de septiembre en las tres gobernaciones de su región autónoma, así como en zonas en disputa como Kirkuk, controladas por fuerzas curdas pero reclamadas por Bagdad. A fines del mes pasado, el consejo regional de Kirkuk votó participar en el referendo, rechazado por el gobierno central como anticonstitucional e ilegal.

El legislador Hussein al-Maliki dijo que el Parlamento votó la destitución del gobernador de Kirkuk, Najmiddin Karim, luego de consultar con el primer ministro Haider al-Abadi.

Mohammed al-Karboli, otro legislador árabe, dijo que Karim “amenaza la unidad del país y la paz civil en Kirkuk”.
El gobernador de Kirkuk rechazó la decisión del Parlamento, la calificó de “inválida” y dijo que permanecerá en su puesto.

Horas antes, las autoridades iraquíes informaron que 531 mujeres extranjeras afiliadas al grupo Estado Islámico están retenidas en una prisión cerca de Mosul y «están siendo investigadas» hasta nueva orden de Bagdad.

Fuerzas iraquíes revelaron esta semana que retienen a cientos de familiares de miembros de la milicia radical cerca de la localidad de Tal Afar, al oeste de Mosul, el último territorio arrebatado por ahora al grupo extremista.

Es probable que las mujeres y niños extranjeros retenidos en un campo en la región sean repatriados a sus países de origen, según las autoridades.
Todos los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato en línea con las regulaciones internas.

 

 

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