Río de Janeiro
DPA
Uno de los jueces de la Corte Suprema de Brasil, Luiz Fux, acusó al Congreso del país sudamericano de intentar minar la operación contra la corrupción política «Lava Jato» en una entrevista publicada hoy.
Hay «una estrategia para debilitar al Poder Judicial», dijo Lux al periódico «O Globo», comparando la situación de las investigaciones brasileñas con la operación «Manos limpias», que descubrió una red de corrupción y financiación electoral ilegal en Italia en los años 90.
«El debilitamiento del sistema judicial es una de las fórmulas que se utilizó para fulminar los resultados positivos de la operación ‘Manos limpias’, en Italia. Y parece que eso está pasando ahora en Brasil», agregó Lux, uno de los 11 magistrados actuales del Supremo.
Como ejemplo citó una controvertida «ley de abuso de autoridad» aprobada por el Senado en abril y que busca permitir que personas procesadas acusen a su vez a investigadores y magistrados.
Eso «intenta crear una amenaza legal a la actuación de los jueces», consideró Lux. La iniciativa, criticada fuertemente en relación con «Lava Jato», surgió en el Senado y debe ser debatida aún en la Cámara baja.
«Lava Jato» («Lavado de autos», bautizada así por un autoservicio donde empezaron las investigaciones) tiene en jaque a gran parte de la clase política brasileña desde hace más de tres años.
Por la megacausa, considerada como la mayor operación contra la corrupción en la historia de Brasil, han sido acusadas más de 260 personas, entre ellos muchos políticos de primera fila y de distintos partidos, así como poderosos empresarios.
«Lava Jato» empezó investigando una red de pago de sobornos de empresas interesadas en firmar contratos con el gigante petrolero estatal Petrobras y salpica en tanto a varias de las principales compañías del país.