POR JOSH HOFFNER/AP
Phoenix

El presidente Donald Trump regresa a Arizona esta noche, donde encontrará que su agenda política y su inusual estilo de gobierno han dominado el debate público y han elevado el perfil del estado en la pugna de poderes en Washington.

Fue un senador por Arizona, John McCain, quien depositó el voto que marcó el fracaso de Trump por derogar la reforma del sistema de salud. El otro senador del estado, Jeff Flake, se ha convertido en el ejemplo más diáfano de un legislador republicano que está ignorando los deseos del presidente.

Trump seguramente por inclinar su apoyo hacia el rival de Flake en las elecciones legislativas del 2018, lo que complicará los esfuerzos de los republicanos por retener el control del Senado.

Trump además ha reanimado el debate sobre la inmigración y ha enfurecido a los hispanos de Arizona al mencionar la posibilidad de indultar al jefe de policía del condado Maricopa, Joe Arpaio, quien fue enjuiciado por violar la ley al continuar con sus controversiales patrullajes antiinmigrantes.

Incluso la controversia sobre los monumentos confederados se ha hecho sentir en el estado, donde el gobernador está bajo presión para derribar unas cuantas estatuas de los secesionistas que favorecían mantener el régimen de la esclavitud.

LAS PROPUESTAS DE TRUMP

Y un tema poco ponderado en la agenda de Trump, de impulsar las escuelas privadas, se ha vuelto polémico en Arizona. Con el entusiasta apoyo de la secretaria de Educación Besty DeVos, Arizona aprobó el mayor programa de subsidios para esos planteles, y los activistas a favor de la educación pública han recaudado más de 100.000 firmas para una petición con el objetivo de anular la ley en el proceso electoral del 2018.

Más aun, la visita de Trump a Arizona será su primer evento político de importancia desde que estalló la controversia por su reacción a la violencia racista en Virginia. Ello ha creado un dilema para muchos republicanos, incluyendo al gobernador Doug Ducey, sobre si subirse a la tarima junto con Trump. Si lo hace, será criticado por demócratas y por republicanos moderados, al verse al lado de Trump tan seguido después de los hechos de Charlottesville y posiblemente, en el mismo instante que el presidente indulte a Arpaio y declare su apoyo al rival de Flake.

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