Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt

Con el apoyo de su familia y conocidos, la jutiapaneca Gladys Romero inició desde hace unos meses el grupo folklórico “Eterna Primavera”, en Los Ángeles, en donde participan jóvenes que promueven la cultura de Guatemala y desde el cual busca que los connacionales no olviden a su país.

Romero es originaria de Quezada, Jutiapa, e inició desde hace unos meses el grupo folklórico Eterna Primavera, en Los Ángeles, en donde participan jóvenes hijas de guatemaltecos en actividades culturales.

_2Romero comentó a La Hora Voz del Migrante que siempre se ha interesado por la cultura de Guatemala y ha buscado como acercarse a la comunidad migrante para dar apoyo en las actividades que se realizan.

“Eterna Primavera es un grupo que empezamos a formar este año. Estuve en el grupo folklórico de Mi Bella Guatemala, pero yo siempre tuve el sueño de tener mi propio grupo y se dio la oportunidad”, dijo.

Romero agregó que desde hace varios años recolectó artículos como jarrones, manteles y bordados propios de Guatemala, que ahora le son útiles para las diferentes actividades folklóricas que realizan en el grupo.

“También ayudamos mucho a la iglesia junto a mi esposo, y a ellos les presentamos nuestros bailes. Ahora son 8 jovencitas las que conforman el grupo. También hay otro de niños, pero no lo hemos completado”, destacó.

El grupo asiste a las actividades por medio de invitaciones que les realizan para que asistan. En septiembre próximo tienen planificado asistir a un desfile en Los Ángeles, dijo.

Recientemente, el grupo participó en el Desfile de Ecuador y eso también motivó a que más personas decidieran invitarlos en Los Ángeles.

_3“Hay varias organizaciones que nos están reconociendo como grupo y como persona en especial, porque me conocen por andar con mi traje de Xela. Me ven en algún evento y me reconocen, siempre corren las niñas y dicen: la señora Gladys, y yo siento el cariño, como si fuera una abuelita que les inspira confianza”, agregó.

Con su esposo, la guatemalteca asiste a la Iglesia Católica de San Gregorio, que está en Los Ángeles desde hace 26 años, y en donde son Ministros de la Eucaristía, actividad que asegura que les llena el corazón. “Es la mejor herencia que mi madre me dejó: mi fe”.

En noviembre, la guatemalteca regresa a Guatemala y dijo que tratará de participar en las actividades del pueblo, en donde es reconocida por las personas del lugar.

TRABAJÓ EN UN BANCO DE ESTADOS UNIDOS

Romero recordó que hace varios años también trabajó en el Banco de América, en Estados Unidos, en donde desempeñó varios puestos como cajera y otros en donde obtuvo conocimientos.

“Me sentía muy orgullosa de trabajar para una compañía muy grande y orgullosa de ser guatemalteca. Yo estudié Magisterio, pero no lo terminé. No obstante, aquí me hicieron un examen de inglés y matemáticas. Vieron mi nivel en los exámenes, principalmente de matemática, y se quedaron sorprendidos, y aunque ya habían dado el trabajo vieron como contratarme, hasta se pelearon dos oficinas por mí. Trabajé quince años y empecé como cajera”, relató.

Durante el tiempo que laboró en el banco, la connacional desarrolló experiencia en varios puestos en los que se requería de mucha responsabilidad: “Serví de apoyo a la gente que no hablaba inglés o no tenía sus identificaciones”.

Y es con esa misma convicción que siguió promoviendo las actividades culturales, porque su deseo siempre ha sido apoyar a las personas migrantes y destacar a Guatemala.

“Me siento muy orgullosa de traer un recuerdo a esa gente que no puede ir, o no puede sentir, o saber que Guatemala sigue aquí y está renaciendo”, añadió.

A las niñas la guatemalteca, siempre trata de enseñarles todas las cosas de Guatemala. Al principio las niñas llegan con curiosidad, aseguró.

La connacional comenta que se siente orgullosa de sus hijos, quienes se han destacado en sus estudios y también en la vida, porque no olvidan sus raíces.

“Mi hija es la transmisora de todo este amor a Guatemala, en sus amigas, en las compañeras del colegio, ella les habla. Tengo un hijo que sirvió en la Naval y al principio me cuestionaba, pero ahora él también me motiva a participar en estas actividades”, aseveró.

Para seguir adelante, Romero afirmó que cuenta con el apoyo de su familia y eso la ha motivado a no detenerse ante ninguna adversidad.

“También ayudamos mucho a la iglesia junto a mi esposo, y a ellos les presentamos nuestros bailes. Ahora son 8 jovencitas las que conforman el grupo. También hay otro de niños, pero no lo hemos completado”.
“Me sentía muy orgullosa de trabajar para una compañía muy grande y orgullosa de ser guatemalteca. Yo estudié Magisterio, pero no lo terminé. No obstante, aquí me hicieron un examen de inglés y matemáticas. Vieron mi nivel en los exámenes, principalmente de matemática, y se quedaron sorprendidos, y aunque ya habían dado el trabajo vieron como contratarme, hasta se pelearon dos oficinas por mí. Trabajé quince años y empecé como cajera”.
GLADYS ROMERO

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