Atenas,
Agencia dpa

Los graves incendios forestales en el sur de Europa mantienen en jaque a los bomberos, especialmente en Grecia, donde miles de personas se vieron obligadas a huir de la región de Kalamos la madrugada de hoy por un incendio descontrolado.

El incendio se originó ayer en un bosque de pinos de la región del noreste de Atenas y se descontroló debido al fuerte viento. Las columnas de humo alcanzaron incluso Creta, según se pudo apreciar en las imágenes por satélite.

El jefe del Gobierno griego, Alexis Tsipras, pidió en Twitter a todas las autoridades participar en los trabajos de extinción de las llamas.

El fuego arrasó una de las zonas más turísticas de Grecia, a unos 45 kilómetros al noreste de la capital. Por el momento no se han reportado víctimas, pero hay un hombre desaparecido. Cientos de ciudadanos pasaron la noche en la playa de Kalamos y en otras zonas turísticas de la región.

Además de viviendas vacacionales, en la región de Kalamos se encuentran varias zonas de campamentos infantiles. Los niños fueron evacuados en autobuses y coches, informó la cadena de televisión estatal (EPT).

La zona estuvo dominada por el nerviosismo durante la noche. «Abandonen sus casas inmediatamente», exigían las autoridades por altavoces, radio y televisión.

«Esto es un infierno. Por favor, ayúdennos», suplicaba por teléfono un ciudadano en la radio.

Aunque circulan rumores de que el incendio podría haber sido provocado por especuladores del suelo, el jefe de Protección Civil, Giannis Kapakis, dijo en televisión que por el momento no se pueden esclarecer las causas.

Los alcaldes de los pueblos de la región de Kalamos hablaron de decenas de casas que resultaron gravemente dañadas o completamente arrasadas por las llamas. Además, indicaron que se produjo un corte de la corriente eléctrica.

Cientos de bomberos y voluntarios pasaron la noche entera luchando contra el fuego y montaron perímetros de seguridad en torno a los pueblos de la región.

«No podemos luchar contra las llamas en las montañas en la oscuridad», dijeron los bomberos explicando que lo importante era que el fuego no alcanzara los pueblos y que no se extendiera hacia el sur, donde hay zonas más boscosas.

Con las primeras luces del día llegaron varios helicópteros y aviones hidrantes. «Esperamos poder controlar este enorme incendio. Sin embargo, no puedo dar el toque de cese de alarma», dijo un portavoz de los bomberos en la radio estatal.

Ayer también se originaron otros incendios forestales en el oeste de Grecia, que afectaron sobre todo a las islas jónicas de Zante y Cefalonia. Hoy se pudieron controlar algunos de ellos, pero se originan nuevos focos continuamente. Según los bomberos, entre ayer y la mañana de hoy se desataron en todo el país 91 incendios.

También Portugal se ha visto afectada por gaves incendios. La situación allí es especialmente grave en el centro y el norte del país, donde hay más de 3.000 bomberos luchando contra las llamas, según informaron los medios locales. Sobre todo aumenta la preocupación por un incendio en un bosque cercano a la ciudad Vila de Rei, en el centro del país, donde decenas de personas tuvieron que ser evacuadas.

También en la isla francesa de Córcega luchaban hoy los bomberos por apagar los puntos calientes tras un grave incendio forestal. Se trata de una carrera contra reloj, pues a finales de semana el fuerte viento podría reavivar las llamas, según advirtió la cadena France Bleu.

«Intentamos trabajar tan rápido como podemos», dijo un bombero. En la península de Cap Corse, al norte de Bastia, se quemaron en los últimos días 1.800 hectáreas de vegetación.

En Italia las regiones de Mesina, Catania y Enna, así como en Costa Rei, Porto Pozzo, Arbus y Santa Giustase vieron especialmente afectadas por los fuegos.

En Roma se inician continuamente incendios en la pineda de Castel Fusano y se producen cortes de la circulación por los incendios en la Toscana y en Bolonia. Los bomberos y Protección Civil piden a la población italiana precaución debido a la sequedad. La Policía sospecha que muchos incendios fueron provocados.

Este verano (boreal) está siendo especialmente seco en Italia, lo que favorece los incendios. Hasta julio se habían quemado 750 kilómetros cuadrados de bosque y vegetación, mientras que en todo 2016 fueron cerca de 480 kilómetros cuadrados.

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