Dortmund, Alemania
agencia/dpa
En medio del escándalo por la manipulación de las emisiones de los motores diésel y del supuesto cártel formado por las principales automotrices alemanas desde hace décadas, la canciller Ángela Merkel alertó hoy al sector de que están poniendo en riesgo la confianza de los consumidores.
«Queremos una industria automotriz fuerte», afirmó la mandataria en su primer acto de la campaña electoral con la que buscará su cuarto mandato en los comicios del 24 de septiembre. «Pero también queremos estándares medioambientales elevados», indicó.
«Gran parte de la industria automotriz ha perdido en el juego una increíble confianza» de la gente, señaló en el acto organizado por la Asociación de Trabajadores Cristianodemócratas (CDA) para discutir sobre el programa de la CDU, en Dortmund, en el oeste de Alemania.
Ahora los líderes de las empresas deberán recuperar esta confianza, indicó. «Para ello deberán actuar», afirmó.
Si Alemania quiere seguir siendo número uno en el sector automotor se deberá apostar mucho más en un futuro por el desarrollo de motores alternativos, conducción autónoma y por ampliar la interconexión de la movilidad, recomendó. «La cuestión de si la industria automotriz alemana ha sabido ver que esto determinará su futuro. Y con ello más de cientos de miles de puestos de trabajo», agregó.
Respecto a la propuesta de su rival en las elecciones generales, el líder del Partido Socialdemócrata (SPD), Martín Schulz, de fijar una cuota obligatoria de automóviles eléctricos en Europa, Merkel declaró que sería muy complicado y que duda que se haya examinado a fondo la idea.
En caso de querer introducir una cuota así primero se debería negociar «eternamente en Europa», comentó. Además, Merkel ve dificultades a la hora de hacer que se cumpla ese objetivo. «¿Qué haremos cuando no se respete la cuota?», preguntó.
