POR AGENCIAS/DPA
Caracas, Venezuela
Los cuerpos de seguridad venezolanos seguían buscando hoy a un grupo rebelde que asaltó un fuerte militar en el centro del país y que logró apoderarse de parte del arsenal, informaron medios de prensa.
La operación arrancó ayer dentro y fuera de la ciudad de Valencia, capital del estado Carabobo, donde está el fuerte Paramacay, sede de la Brigada 41, especializada en carros blindados y tanques de guerra.
Del grupo que asaltó la instalación, unos 20, la mitad escapó con las armas, mientras siete fueron detenidos, hubo dos muertos y un herido, según informó el presidente Nicolás Maduro.
El grupo que huyó está siendo buscado por cuerpos de seguridad e inteligencia de la Fuerza Armada. Sin embargo, las actividades en Valencia transcurrían con normalidad, más allá de los bloqueos para las revisiones de automóviles.
INTENTONA DE GOLPE
Maduro se reunió anoche con los mandos militares, a los que pidió incrementar las tareas de inteligencia, a fin de detectar posibles nuevas acciones de grupos disidentes.
Los rebeldes que atacaron el fuerte ayer publicaron un video en el que el capitán de la Guardia Nacional (policía militarizada) Juan Caguaripano, quien está prófugo, asumió la responsabilidad de la que llamó operación «David Carabobo».
«Un ataque en estos términos tiene la marca del terrorismo miamero», dijo Maduro en la reunión con los militares y agregó que el líder de la acción está siendo buscado «intensamente».
Versiones de prensa dijeron que los rebeldes sustrajeron 93 fusiles, lanzacohetes, granadas y otros materiales del fuerte.
El Gobierno no ha informado sobre la identidad de los detenidos, ni de los que murieron o el herido.
El ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, dijo que los disidentes recurren a «delincuentes y rambitos como acción de propaganda», reiterando que la mayoría de los detenidos son civiles.
El grupo dijo que el objetivo era dirigir una rebelión contra el Gobierno, en medio de la tensión en Venezuela por la instalación de la Asamblea Constituyente, un órgano plenipotenciario y sin representación de la oposición, que el sábado destituyó a la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, crítica con el oficialismo.
Mientras, la coalición opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) pidió al Gobierno aclarar lo ocurrido en el fuerte.
«Sabemos que tanto (Maduro) como su Gobierno nunca dicen la verdad, pero nuestro deber, como representación política de la inmensa mayoría del país, es insistir en la exigencia de una explicación apegada a los hechos y ajena a las manipulaciones y cálculos oscuros que caracterizan al régimen», dijo en una declaración.