POR AGENCIAS/DPA
Tallin, Estonia

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, afirmó hoy que la expulsión de 755 diplomáticos estadounidenses de Rusia anunciada por el presidente ruso, Vladimir Putin, no apartará a Estados Unidos de su compromiso.

«La reciente medida diplomática decidida por Moscú no apartará a Estados Unidos de su compromiso con nuestra seguridad, la seguridad de nuestros aliados y la seguridad de las naciones que aman la libertad en todo el mundo», dijo Pence hoy tras un encuentro con los presidentes de Estonia, Letonia y Lituania en la ciudad estonia de Tallin.

Pence, quien se encuentra al inicio de una gira de tres días por el este de Europa, añadió que Estados Unidos sigue esperando que mejoren las relaciones con Rusia.

La decisión anunciada anoche por Putin había sido anticipada el viernes por el Ministerio de Exteriores ruso tras la aprobación de una serie de sanciones contra Moscú por parte del Congreso de Estados Unidos.

En ese momento se informó que hasta el 1 de septiembre Washington debía reducir su personal diplomático en Rusia a 455 personas, pero en principio no se sabía cuántos debían salir del país.

La cifra de 455 es igual a la de diplomáticos rusos que hay en la actualidad en Estados Unidos, después de que el entonces presidente Barack Obama expulsara a 35 a fines de diciembre.

Además, se estableció que a partir del 1 de agosto se cerrarán dos viviendas en Moscú que son utilizadas por personal diplomático estadounidense.

Moscú y Washington llevan meses enzarzados en una disputa por dos propiedades rusas en Estados Unidos. Las autoridades norteamericanas creen que desde allí se llevaban a cabo operaciones de inteligencia y ataques de hackers, algo que Rusia niega. Los edificios, situados en Nueva York y Maryland, fueron cerrados.

El Congreso de Estados Unidos aprobó la semana pasada nuevas sanciones contra Rusia, Irán y Corea del Norte. Las medidas, aprobadas por abrumadora mayoría, serán enviadas ahora al presidente Donald Trump para que las firme y convierta en ley.

Las sanciones contra Moscú apuntan a los principales sectores económicos, entre ellos el energético, fundamental para Rusia.

Los legisladores castigan así el papel ruso en el conflicto en Ucrania, así como la presunta intervención de Moscú en las elecciones estadounidenses. Las sanciones ya existentes desde 2014 serán ampliadas y se aplicarán nuevas por el apoyo ruso al Gobierno sirio.

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