POR AGENCIAS/AP
Jerusalén, Israel

Líderes musulmanes en Jerusalén dijeron hoy a sus fieles que vuelvan a rezar en un disputado lugar sagrado de Jerusalén después de que Israel retiró los dispositivos de seguridad que había instalado en las entradas al complejo tras un letal ataque perpetrado por palestinos.

Durante varios días, miles de palestinos rezaron en las calles próximas al lugar después de que las autoridades religiosas les pidiesen no entrar en el recinto como forma de protesta.

«Tras un amplio debate y tras lograr esta victoria en esta ronda, llamamos a nuestro pueblo en Jerusalén y dentro (de Israel) y a cualquiera que quiera acceder a la mezquita Al-Aqsa, que entren… en masa”, declararon los jerarcas musulmanes en un comunicado.

El líder del Comité Supremo Islámico, Ikrema Sabri, dijo que los primeros rezos que se celebrarán en el lugar de culto serán los de hoy por la tarde.

Abdel Azim Salhab, del Waqf, el ente religioso jordano que administra el lugar considerado sagrado por judíos y musulmanes, dijo: “Pedimos a los imanes que cierren todas las mezquitas de Jerusalén el viernes para que todos los fieles recen solo en la mezquita Al-Aqsa”.

El rezo del viernes es el punto álgido de la semana religiosa musulmana. Miles de fieles de todo el país y de las regiones palestinas suelen orar en el recinto de la Ciudad Vieja de Jerusalén.

Según Slahab, las autoridades israelíes sacaron todos los dispositivos de las entradas -incluyendo un puente de metal, verjas y detectores de metales -, pero desconocía si las cámaras de seguridad colocadas sobre los muros del recinto habían sido desmanteladas también. De seguir allí, “las rechazamos”.

Las nuevas medidas de seguridad se adoptaron a principios de mes en respuesta a un ataque palestino en el que murieron dos agentes de la policía israelí y que se originó en el interior del lugar de culto.

Israel alegó que estas medidas eran necesarias para evitar nuevos ataques y son un procedimiento estándar de seguridad en otras partes del mundo. Los palestinos apuntan que está intentando ampliar su control sobre el recinto.

El asunto derivó en algunos de los peores enfrentamientos callejeros en años y amenazó con arrastrar a Israel a un conflicto con otras naciones árabes y musulmanas.

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