Manila
AP

El Congreso de Filipinas aprobó hoy en una sesión conjunta del Senado y la Cámara de Diputados extender hasta el 31 de diciembre la ley marcial que rige en el sur del país a causa de la amenaza de los extremistas islámicos.

La medida había sido solicitada por el presidente, Rodrigo Duterte, con el objetivo de combatir a los aliados del Estado Islámico (EI) en la ciudad de Marawi, en la región de Mindanao.

Duterte impuso la ley marcial por 60 días el 23 de mayo cuando unos 600 combatientes sitiaron la ciudad de Marawi, unos 800 kilómetros al sur de Manila, después de que las fuerzas gubernamentales intentaran arrestar a un líder local de la milicia terrorista EI.

Una prolongación requería la luz verde de las dos cámaras del Parlamento, que también restringió la ley que protege la libertad personal. A partir de ahora se podrá arrestar a sospechosos sin necesidad de una orden de detención.

El conflicto en Marawi provocó la muerte de más de 600 personas, incluyendo unos 100 miembros de las tropas del Gobierno y 421 militantes. Unos 45 civiles fueron ejecutados por los terroristas mientras que 40 residentes desplazados murieron por enfermedades. Además más de medio millón de personas resultaron desplazadas por el conflicto.

El Ejército, que advirtió del peligro de que se extienda a otras partes de la isla, debe vencer a todos los grupos rebeldes peligrosos en Mindanao, dijo ante el Parlamento el jefe del Estado Mayor Eduardo Año. «Sigue habiendo muchos grupos armados que podrían perpetrar otro ataque como el de Marawi», alertó.

En la víspera de la votación, Duterte dijo que la extensión por otros cinco meses era necesaria para «controlar» la amenaza del EI en Mindanao y prevenir «represalias» de parte de los terroristas en otras zonas de la región.

Duterte cuenta con mayoría en ambas cámaras por lo que se esperaba que consiguiera la extensión, aunque algunas voces habían alegado que sería inconstitucional extender la ley marcial por más de otros 60 días.

Opositores a las acciones militares protestaron sin embargo ante el edificio del Congreso y algunos incluso interrumpieron la sesión para exigir con gritos y pancartas el levantamiento del régimen de excepción en Mindanao.

«Mañana nos despertaremos y el derecho de guerra estará vigente en todo el país» justificado por lo ocurrido en Marawi, alertó el senador Franklin Dillon, que voto en contra de la medida.

Algunos temen la ley marcial que también aplicó el dictador Ferdinand Marcos en los años 70, cuando miles de opositores políticos y activistas de izquierda fueron arrestados, detenidos ilegalmente, torturados y ejecutados sin órdenes judiciales. Entonces el Congreso fue clausurado y los medios de comunicación, censurados.

Sin embargo, el asesor de seguridad nacional, Hermogenes Esperon, aseguró que esta vez Manila no aplicará la ley de la forma que lo hizo el dictador.

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