DODOMA, Tanzania
AP

El presidente de Burundi pidió ayer a sus casi 250 mil compatriotas refugiados en Tanzania que regresen al país, apuntando que ahora es una nación en paz.

Pierre Nkurunziza visita Tanzania en su primer viaje oficial fuera del país desde un fallido intento de golpe de Estado en 2015.

Según Naciones Unidas, más de 500 personas fallecieron en los actos violentos que se derivaron de la polémica decisión de Nkurunziza de optar a un tercer mandato en 2015. Tanto grupos de derechos como la ONU aseguran que la violencia continúa.

Nkurunziza hizo las declaraciones durante una reunión con su homólogo tanzano, John Magufuli, el jueves. Un comunicado de la presidencia de Tanzania dice que Magufuli quiere que los refugiados burundeses «regresen voluntariamente a su país».

El ministerio del Interior de Tanzania dice que en los campos de refugiados de la región de Kigoma viven unos 247 mil burundeses.

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