DPA
Hamburgo, Alemania
En la antesala de la cumbre del Grupo de los Veinte se produjeron hoy los primeros choques violentos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad en la ciudad alemana de Hamburgo.
La Policía empleó tanques lanza aguas y gas pimienta para dispersar a manifestantes encapuchados que atacaron con botellas y tablones, comunicó la Policía.
Según testimonios de varios periodistas, incluidos de la agencia dpa, hubo manifestantes que atacaron una ambulancia. Un portavoz de la Policía de Hamburgo fue agredido y se refugió en un patrullero.
Cerca de 12 mil personas se sumaron a una protesta bautizada «Bienvenidos al infierno», un millar de ellas con la cara tapada, algo que está prohibido en Alemania durante manifestaciones, dijo un portavoz policial.
Los agentes frenaron la marcha en el intento de separar a los encapuchados del resto de la manifestación. Varias personas resultaron heridas y fueron atendidas por personal sanitario. Algunos activistas encendieron bengalas que llenaron el lugar de humo.
La Policía dijo que había llamado a los manifestantes pacíficos a distanciarse del «block negro» de radicales de izquierda para que la marcha pudiera seguir su curso y calificó el ambiente de «agresivo».
Más tarde volaron las botellas y los tablones y fue encendido material pirotécnico.
Esta protesta era la más temida por las autoridades alemanas, que calculaban que se sumarían unos 8 mil violentos de Alemania y distintos países de Europa. La marcha debía culminar a apenas unos 300 metros del recinto ferial en el que tendrán lugar mañana y pasado mañana las sesiones del G20.
La manifestación comenzó de forma pacífica y en medio de un clima festivo, con grupos de música y oradores internacionales entre los que estuvo una activista mexicana de la Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT).
La marcha debía arrancar en el Mercado del Pescado (Fischmarkt) junto al río Elba y cruzar el barrio de las diversiones, Sankt Pauli, por la Reeperbahn, también conocida como «la milla más pecaminosa del mundo» y culminar a tres manzanas de la Feria de Hamburgo.
Tras los desmanes, los organizadores dieron por finalizada la marcha. La protesta había sido organizada por un grupo de activistas antisistema en torno al centro «Rote Flora», un teatro ocupado desde 1989.
En los días pasados se produjeron también roces entre policías y manifestantes por un campamento y la ocupación de un cruce vial en los que también se hizo uso de lanza-aguas y gas pimienta.
Un campamento para activistas llegados de otras partes de Alemania y de Europa fue autorizado tras un tira y afloja judicial. También iglesias de la ciudad y teatros ofrecieron lugares para pernoctar.
