Por ERIKA KINETZ
GANZHOU, China
Agencia/AP
Un trabajador sangrando de la cabeza marcó uno de los peores momentos para una fábrica del sudeste de China que produjo zapatos para la marca Ivanka Trump, entre otras. Un capataz lo había golpeado con la punta de un tacón.
Un empleado actual y dos personas que trabajaron para la firma hablaron con The Associated Press y dijeron que a veces los hacían trabajar hasta después de la medianoche, les fijaban pesadas cuotas de producción y eran maltratados verbalmente en la Ganzhou Huajian International Shoe City Co. Era común que recibieran golpes, pero el incidente con el zapato el año pasado -que los tres trabajadores dijeron haber atestiguado- fue algo que resaltó.
“Sangraba justo por el centro de la cabeza”, dijo el empleado que sigue trabajando en la firma. “Salía mucha sangre. Pasó a mi lado para ir a la enfermería de la fábrica”, agregó un exempleado, quien dijo que se fue de la empresa porque debían trabajar muchas horas y la paga no era buena.
Los tres trabajadores son las primeras personas con conocimiento directo de las condiciones en la fábrica de Ganzhou que hablan con la prensa. Los tres hablaron a condición de no ser identificados por temor a represalias o a ser detenidos.
El mes pasado, tres individuos que investigaban las condiciones de trabajo en la fábrica del Grupo Huajian en Ganzhou fueron detenidos y acusados de usar ilegalmente aparatos de grabación para robar secretos comerciales. Ellos, al igual que uno de los tres individuos que hablaron con la AP, trabajaban para una organización sin fines de lucro de Nueva York llamada China Labor Watch, que ha estado investigando por más de un año las fábricas que producen zapatos para Ivanka Trump.
El fundador de China Labor Watch, Li Quiand, describe la fábrica de Huajian en Ganzhou como una de las peores que ha visto en las dos décadas que lleva denunciando las condiciones de trabajo en China. Su organización afirma que la paga llega a ser de apenas un dólar la hora, lo que viola las leyes laborales de China. Según China Labor Watch, hasta hace poco los trabajadores podían recibir solo dos días francos por mes, o menos.
China Labor Watch asegura que la empresa obligaba a sus trabajadores a firmar recibos de pago falsos, con salarios inflados, y que amenazaba con despedir a los empleados que no respondieran de determinada manera cuestionarios sobre las condiciones de trabajo. Los empleados dicen, asimismo, que los presionaban para que no hablaran con nadie de afuera sobre las condiciones de la fábrica.
En comentarios para la AP, el Grupo Huajian se negó a responder preguntas específicas, pero negó las acusaciones en general, las cuales calificó como “no fieles a los hechos, sacadas de contexto y exageradas”. La compañía dijo que opera conforme a la ley y que China Labor Watch “inventó los así llamados ‘hechos’ por medios ilegales, como comprar trabajo encubierto, el cual ya ha afectado seriamente las operaciones normales de la empresa y afectó la supervivencia y el empleo de decenas de miles de trabajadores”. La compañía señaló que hace una significativa contribución a la economía y a la sociedad, en particular mediante la contratación de personas discapacitadas.
Antes de asumir una función oficial como asesora de su padre, Ivanka Trump se disoció del manejo cotidiano de su marca, pero sigue siendo propietaria. No ha hecho comentarios sobre las detenciones o los reportes acerca de las condiciones de trabajo en uno de sus proveedores. Su portavoz se negó a hacer comentarios sobre este despacho.
Abigail Klem, presidenta de la marca Ivanka Trump, dijo que la “integridad de nuestra cadena de suministro es una prioridad y tomamos todas las acusaciones con mucha seriedad”. La compañía dice que ya no hace sus productos en la fábrica desde marzo, pero China Labor Watch dijo que tenía un programa de producción de abril que señalaba que casi mil pares de zapatos Ivanka Trump debían entregarse en mayo.
En otras ocasiones, algunas marcas han usado los reportes de China Labor Watch como apoyo para mantener limpia su cadena de suministros. Por ejemplo, Walt Disney Co. investigó y a la postre decidió romper su relación con al menos un proveedor después de reportes de malas condiciones, y trató de mejorar las prácticas laborales de otros.
China Labor Watch manifestó sus hallazgos en cartas enviadas en junio a Ivanka Trump y a otras marcas. El grupo dice que no ha recibido respuesta.
La organización dijo que también envió a Ivanka Trump un video tomado en mayo dentro de la fábrica. Ese video incluye imágenes de un capataz que amenaza con golpear a un trabajador que aparentemente había acomodado los zapatos en el orden incorrecto.
“Si lo vuelvo a ver todos revueltos…”, grita el capataz “te voy a golpear aquí mismo”.
El video no ha sido difundido en público, pero fue mostrado a la AP en la oficina de China Labor Watch en Nueva York.
Marc Fisher, que ha fabricado zapados para Ivanka Trump y para Easy Spirit en la fábrica de Ganzhou, ha dicho que revisará las acusaciones.
G-III Apparel Group, que produce zapatos para Karl Lagerfeld, dijo que no ha recibido una carta pero que “apoya por completo la supervisión independiente de las cadenas globales de suministro”.
“Cuando se nos exponen problemas de seguridad y justicia en el lugar de trabajo, los abordamos muy seriamente y trabajamos con nuestros socios para resolverlos”, dijo el portavoz de G-III, Chris Giglio, en un correo electrónico.
El portavoz de Ann Taylor, Shawn Buchanan, también dijo que la compañía tomas las acusaciones “muy seriamente” y que “conduce activamente una investigación para evaluar el cumplimiento de esta instalación con nuestro código de conducta y con las leyes y normas aplicables”.
La marca Kendall & Kyle dijo que su fabricante de calzado trabaja con muchas fábricas y a todas ellas se les exige operar dentro de estrictas normas”.
Otras marcas identificadas por China Labor Watch como clientes de la fábrica de Ganzhou son Nine West, Naturalizer y Camuto Group, que produce zapatos para BCBG Max Azria, Jessica Simpson y Tory Burch. Ninguna respondió solicitudes de comentarios.
El empleado de la fábrica de Huajian que habló con la AP dijo que las condiciones habían cambiado mucho tras la publicidad que tuvieron los arrestos de los tres individuos que trabajaban para China Labor Watch.
El tiempo de trabajo extra se redujo drásticamente este mes, señaló. Los turnos solían ser de las 7:10 a.m. hasta las 9 o 10 p.m., y a veces hasta después de la medianoche, con dos descansos, dijeron él y uno de los ex empleados. Pero en las últimas semanas, los trabajadores salen antes de las 7 p.m.
También han comenzado a tener libres todos los domingos, una práctica estándar contemplada por la ley laboral de China, dijo el actual empleado, quien también colabora con China Labor Watch.
Funcionarios del gobierno municipal se presentaron recientemente, dijo, y la fábrica dio a todos un huevo para comer a la mitad de su turno vespertino.
La vida dentro de Ganzhou Huajian gira alrededor de una sola cifra: la cuota de producción mensual, de acuerdo con investigadores de China Labor Watch y trabajadores. Una sola línea de producción de 50 obreros debe producir cerca de 30.000 pares al mes, dependiendo de la demanda, dijeron el actual empleado y un ex empleado.
Quienes no cumplen con la cuota, no cobran su sueldo completo, dijo el empleado.
“Es imposible alcanzar la mesa, porque siempre sube”, dijo uno de los ex empleados.
El menor número de horas trabajadas es una buena noticia a medias, dijo el empleado, porque no podrán cumplir sus metas de producción.
En tanto, Huajian ha estado transfiriendo su producción a Etiopía, donde los trabajadores ganan unos 100 dólares al mes, una fracción de lo que se paga en China, de acuerdo con Song Yiping, un gerente de la fábrica de Huajian en Etiopía, quien habló con la AP en enero.
Dijo que ha escuchado al presidente Trump hablar de llevar de nuevo los empleos a Estados Unidos, pero duda que eso pase con los zapatos.
“Los clientes estadounidenses empujan los precios a la baja”, explicó Song. “Los consumidores quieren comprar zapatos más baratos”.