Washington
DPA

Más de 60 científicos, empresarios y políticos hicieron hoy un llamado en Washington a los países del G20, que se reunirán la semana que viene en Hamburgo, para que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero para 2020 con el fin de evitar el cambio climático.

Los autores del llamamiento formularon seis objetivos que todos los implicados deberían alcanzar en tres años.

Si las emisiones tras 2020 continúan aumentando o siguen al mismo nivel que ahora, «los objetivos de temperatura del Acuerdo de París ya apenas se podrán alcanzar», advirtieron en el texto publicado en la revista «Nature».

El acuerdo climático contempla que la temperatura aumente solo dos grados en comparación con el nivel preindustrial y si es posible restringir el aumento de temperatura a 1.5 grados para evitar consecuencias catastróficas.

«Aún queda un largo camino hasta que la economía mundial esté libre de carbono», afirmaron los autores. «Los vientos políticos son tempestuosos», dijeron haciendo referencia a la salida de Estados Unidos por decisión del presidente Donald Trump del Acuerdo de París en octubre de 2020.

Ese año no solo será políticamente importante, sino también físicamente para frenar el cambio climático, según los últimos estudios.

Estos son los seis objetivos formulados por los autores para proteger el clima:

Las energías renovables deberían cubrir al menos el 30 por ciento de la demanda mundial (frente al 23.7 por ciento de 2015). Y a partir de 2020, no se debería aprobar la apertura de ninguna nueva central térmica carbonera y las existentes deberían cerrar.

Las ciudades y las regiones deberían iniciar planes de acción para hacer funcionar los edificios y la infraestructura sin carbón. Para ello, cada año se deberían invertir 300 mil millones de dólares y las ciudades deberían modernizar al menos el tres por ciento de sus edificios al año para que estén libres o prácticamente libres de emisiones.

Al menos el 15 por ciento de los vehículos en 2020 deberían ser eléctricos (actualmente solo el uno por ciento es eléctrico o híbrido). Además, se debería duplicar el uso del transporte público, aumentar un 20 por ciento la eficiencia del combustible de los camiones y reducir un 20 por ciento las emisiones del transporte aéreo.

En lugar de seguir deforestando bosques, se deberían reforestar. Asimismo, habría que frenar en la próxima década las emisiones netas por desmonte y agricultura. También habría que aprovechar los bosques para que absorban los gases de efecto invernadero.

La industria pesada debería diseñar planes para mejorar su eficiencia y reducir a la mitad sus emisiones mucho antes de 2050. Sectores como el del hierro, el acero, el cemento, el petróleo, el gas y el químico emiten actualmente más de un quinto del dióxido de carbono global, sin contar su consumo de electricidad y calefacción.

La economía financiera debería idear modos de financiación para que en el 2020 se movilicen al menos un billón de dólares al año para la protección del clima, principalmente del sector privado. Los Gobiernos, bancos y acreedores como el Banco Mundial deben emitir más «empréstitos verdes» para multiplicar por diez la cifra de 81 mil millones de dólares alcanzada en 2016.

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